------------En pleno sacrilegio |
El tradicional Te Deum por Fiestas Patrias se desarrolló en medio de un discurso político del cardenal Juan Luis Cipriani, luego del cual el Presidente de la República y el cardenal perpetraron un sacrilegio, uno al entregar la hostia, y el otro al comulgar.
Alan García sorprende a quienes no conocen la doctrina de la Iglesia Católica y se presenta como un devoto católico, pues según el Código de Derecho Canónico (Libro IV, artículo 2) no pueden recibir la sagrada comunión los que persisten obstinadamente en un pecado grave, con mayor razón si el pecador es un pecador público.
Por ejemplo los sacerdotes niegan la comunión a católicos que llevan una vida pública ejemplar, pero que cometen un pecado personal, como divorciarse y contraer otro matrimonio civil, inclusive en casos justificables como la violencia familiar reiterada.
Para comulgar no sólo es necesario confesarse, sino reparar el daño, arrepentirse y tener propósito de enmienda. Sin embargo, Alan García es un pecador público cuyos pecados han afectado y afectan a todo el Perú, no se ha arrepentido, sino que los ha agravado. Quien comulga en pecado grave comete sacrilegio. No basta disculparse. Estos pecados públicos persisten en García:
Perjurio
Juró: '' Yo, Alan García, juro por Dios y por la Patria que ejerceré fielmente el cargo de Presidente de la República para el período 2006-2011''. Sin embargo, no ejerce con fidelidad el cargo.
Mentira
Oculta que Chile ha invadido 37, 776 metros de territorio peruano en Tacna. Hasta ahora no aclara debidamente el asunto, por lo tanto el pecado persiste.
Mintió diciendo que habían encontrado un pozo de petróleo, cuando se trataba de un viejo hallazgo y sólo iba a comenzar a explotarse al ser rentable debido a los altos precios internacionales, porque la calidad del petróleo de este pozo requiere altos costos de refinación.
Mentira y traición a los intereses nacionales
Para burlarse del Congreso, preparó en secreto un Tratado de Libre Comercio con Chile, al que mentirosamente lo llamó acuerdo, siendo de hecho un tratado, para que no pase por la revisión del Congreso de la República. El pecado continúa, puesto que no ha dado marcha atrás en este TLC.
Mentira en sus promesas, entre otras:
- Revisar letra por letra el TLC con EE. UU. No revisó letra por letra, sino que han revisado apresuradamente una adenda, no el TLC. Persiste el pecado.
- Eliminación de la renta básica de telefonía Seguimos pagando, persiste el pecado.
- Libre desafiliación de las AFP (que en realidad ha sido una mentirosa desafiliación con restricciones). Persiste el pecado.
- Revisión de los contratos mineros. No ha revisado nada, sino que se ha arrodillado como mendigo para pedir importes voluntarios que no sabemos si están abonados en cuenta corriente y ni siquiera el gobierno puede decidir lo que hacer con esos aportes. Persiste el pecado.
- Eliminación de los “services”. No sólo que no ha cumplido, sino que por su negligencia hay muertos, como en el caso de Casapalca, el pecado ya es muy grave o mortal, no enmienda porque no promulga la norma de eliminación de los services ni da facultades al Ministerio de Trabajo para cerrar las empresas que reiteradamente violen los derechos de los trabajadores.
- Ofreció públicamente que la oposición propondría al Contralor General de la República, pero todo fue una mentira, impuso uno a su gusto.
Grave pecado contra la vida
- Ordenó a la policía disparar antes de pensar.
- En lugar de buscar una solución pacífica, avaló la masacre de indígenas y policías en Bagua, siendo que los indígenas defendían la vida y la Amazonía en concordancia con las nuevas instrucciones del Vaticano, que considera pecado mortal destruir la Amazonía.
Pecado mortal público
Permitir las corridas de toros, teniendo la máxima autoridad en el país, según la bula De Salutis Gregis Dominici, de vigencia perpetua, promulgada por San Pío V, que dice:
...considerando que esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio
...prohibimos terminantemente por esta nuestra Constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo (ipso facto), que todos y cada uno de los príncipes cristianos, cualquiera que sea la dignidad de que estén revestidos, sea eclesiástica o civil, incluso imperial o real o de cualquier otra clase, cualquiera que sea el nombre con el que se los designe o cualquiera que sea su comunidad o estado, permitan la celebración de esos espectáculos en que se corren toros y otras fieras en sus provincias, ciudades, territorios, plazas fuertes, y lugares donde se lleven a cabo.
La bula no ha sido abolida, sólo han cambiado las causales de excomunión, por lo cual ésta ya no es aplicable, sin embargo, el pecado mortal persiste. En vista de que García no promulga la abolición de las corridas de toros, está persistiendo en cometer pecado mortal o grave.
Otros pecados públicos graves
García se refugia en la prescripción para eludir la acción de la justicia en las acusaciones contra él por enriquecimiento ilícito. Con ello promueve la impunidad, la burla a la ley y la corrupción en la sociedad, especialmente entre los jóvenes, quienes ven que no hay juicio ni sanción. Persiste el pecado.
Una vez publicada la noticia de que Alan García tiene un hijo extramatrimonial, salió a declarar y promover en la juventud la infidelidad al alabar públicamente a su concubina delante de su esposa (dijo de ella “mujer de altas cualidades”) y al no reconocer que es pecado para un católico tener hijos extramatrimoniales.
Siendo públicos estos pecados, García no enmienda ni se arrepiente públicamente, por lo cual sus pecados persisten.
Al parecer, a Cipriani más le interesa la pompa y la ceremonia que su deber, pues un sacerdote no puede dar la comunión a un pecador público.