Tras sus destempladas declaraciones sobre las protestas realizadas en diciembre de 2022, calificándolas de “insurgencia terrorista”, finalmente el jefe de la DINI Juan Carlos Liendo ya no ocupa más ese cargo.
El sujeto había dicho que las muertes en Ayacucho “fueron instigadas por el terrorismo”, declaraciones que fueron rechazadas por la presidente Dina Boluarte, quien lamentó dichas muertes, mientras Liendo celebraba la represión militar que sólo en Ayacucho dejó una decena de muertes.
Boluarte dijo que de ninguna manera compartía los dichos de Liendo y había anunciado “ajustes” en la DINI, incluso deslizó la posibilidad de su destitución cuando le preguntaron si Liendo sería removido del cargo.
Liendo también ofreció declaraciones a RPP señalando que podría renunciar por discrepancias con la mandataria.
Pero lejos de rectificar, continuó diciendo que había “organizaciones terroristas” detrás de las protestas sin probar sus dichos con siquiera el nombre de una persona y otro elemento probatorio.
Sobre los intentos de toma de aeropuertos, el vandalismo contra instituciones públicas y el bloqueo de las carreteras, dijo que se trató de actos terroristas, según la Ley 24651.
“Esto no significa que todas las personas sean terroristas, que no existan demandas legítimas, que no exista ineficiencia y corrupción del Estado. Sí existe todo eso, pero, en definitiva, como director de Inteligencia, y en lo expresado en todos los medios de la comunidad de Inteligencia, existe organización, planeamiento, objetivos desde organizaciones clandestinas. Lo que yo antes podía haber intuido como intelectual o académico, ahora al punto de vista de Inteligencia sí está confirmado que existe una organización”, dijo.
En su carta de renuncia, Liendo aduce que no lo dejaban trabajar en elcargo de jefe de la DINI.
“Me dirijo a usted para expresarle mi cordial saludo y hacerle de su conocimiento la decisión de mi renuncia irrevocable al cargo de director de Inteligencia Nacional de la DINI, en razón a serias complicaciones para cumplir con las funciones asignadas de acuerdo a ley”, dice su carta dirigida a Boluarte.
Liendo trabajó en la DINI durante la dictadura fujimorista y despuñes fue asesor del presidente de la Comisión de Defensa e Inteligencia, el congresista José Cueto Aservi.
Boluarte había dicho a Latina que no conocía a Liendo, se lo habían recomendado, y que le pareció una buena persona. No sabía que había trabajado como secretario del jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), general EP (r) Julio Salazar Monroe, quien actuó como pantalla del titular de facto de la organización, el asesor fujimorista Vladimiro Montesinos.
Montesinos y Salazar fueron condenados por su participación en la organización del Destacamento Colina del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), que ejecutó las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
Liendo proviene de esa “escuela” para quienes los detenidos bajo la acusación de terroristas deben demostrar que no lo son, aberración jurídica practicada en la dictadura, pues en todo el mundo la demostración o carga de la prueba recae en los acusadores.
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