Ante el rechazo por la represión sangrienta que a la fecha ya suma cerca de medio centenar de muertos durante el régimen de Dina Boluarte, contra manifestantes en varios puntos del país, la mandataria pidió disculpas en un mensaje a la nación.
No obstante, mientras crece la exigencia de su renuncia, ella se aferra al cargo sin querer dimitir y se burló de los fallecidos al pedir rechazar la violencia, cuando los actos violentos más graves fueron los protagonizados por las fuerzas del orden.
“Pido perdón por esta situación y por lo que se haya dejado de hacer para evitar los acontecimientos trágicos. Pero, así como pido perdón, como mandataria pido que rechacemos la violencia. Los peruanos y peruanas somos pacíficos, somos un pueblo solidario que ha luchado frente a los obstáculos y la adversidad para salir adelante”, dijo.
Pidió que se investiguen los hechos de violencia en las marchas y descartó renunciar al cargo. “Algunas voces que salen de los violentistas y radicales piden mi renuncia, azuzando a la población al caos, el desorden y los destrozos, a ellos les digo, de manera responsable: 'No voy a renunciar'. Mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está haciendo sangrar a la Patria”, indicó, como si tuviese la aprobación de la mayoría de los peruanos,
“¿Qué pasa con los azuzadores y con los infiltrados extranjeros? Que se investigue todo. Necesitamos resultados pronto para identificar a los verdaderos responsables de los actos violentos, y hacer que la justicia llegue a las familias de los fallecidos”, manifestó.
Boluarte se refirió al gobernador regional de Puno, Richard Hancco Soncco, quien la habría declarado persona no grata.”"Una comisión de alto nivel ha estado en Puno y las propias autoridades les dicen que no los pueden recibir. Señor gobernador, cómo piensa atender las necesidades de sus pueblos [...] debemos trabajar sin revanchismos, por encima de las ideologías”, dijo.