Un nuevo vídeo muestra que Víctor Santisteban, quien falleció a causa de un disparo a matar ejecutado por un policía que disparó de cerca, acomodándose expresamente para tirar a la víctima, que en ese momento se encontraba parado junto con un grupo de personas en la avenida Abancay el sábado 28 de enero. Se demuestra con contundencia un asesinato con alevosía que demanda la inmediata renuncia de Dina Boluarte, premiadora del principal responsable de la cruenta represión, el ministro Alberto Otárola. Boluarte no debe permanecer en el cargo ni un minuto más.
Canal N
Hasta ayer se tenia imágenes del grupo de personas paradas junto a una pared y la llegada del proyectil, pero estre segundo vídeo, procedente de una cebicheríal, muestra que fue un asesinato en toda regla. La víctima no estaba realizando ningún acto de violencia, tampoco el grupo de personas que iban con él que estaban de pie en la vereda adyacente a una pared, en aparente conversación.
En las escenas se ve a un grupo de policías y dos de ellos se rezagan del grupo. Entonces uno de los policías se acomoda para disparar al grupo a una distancia de pocos metros, y acciona su arma apuntando a matar, tras lo cual Santisteban, de 55 años, se desploma al lado de la puerta del número 929 de dicha avenida.
De las imágenes se desprende que el arma sería un lanzador de bombas lacrimógenas, artefacto que debe ser apuntado hacia arriba, al aire para que caiga en curva, o bien disparado al suelo, porque de impactar contra el cuerpo de una persona puede matar, especialmente como en este caso, donde se aprecia que la distancia que separa al grupo de los policías es mínima, pocos metros.
La víctima fue socorrida, pero la gravedad del impacto del proyectil, que fue en este caso una bomba lacrimógena, determinó su deceso.
Falsedad
La Fiscalía debe investigar el origen y autoría de documentos de necropsia, los cuales se emitieron con la finalidad de ocultar la verdadera causa de muerte, aparentemente intentando que se crea que el óbito ocurrió por una pedrada, con lo cual estarían buscando encubrir al policía homicida.
Así, Essalud informó que el fallecido llegó “policontuso” con un “traumatismo encéfalo craneano grave”, luego publicó un nuevo comunicado donde indicó que llegó con una “herida contuso cortante”, “mal estado general” y “trastorno de conciencia”.
El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público, determinó que la causa de la muerte de Santisteban fue “un traumatismo craneoencefálico severo”, por “contusión y laceración encefálica” que le dejó una “fractura craneal”. Imágenes difundidas muestran un gran orificio en el cráneo que no habría sido causado por un perdigón o bala.
La hermana del fallecido, Elizabeth Santisteban precisó que Santisteban no era manifestante, sino que había ido al lugar a recoger un calzado. “Digan la verdad. Lo único que pido es respeto a mi familia”, señaló a los medios de comunicación. Según la familiar del fallecido, este llegó al Centro de Lima para recoger un calzado. No estaba entre sus planes involucrarse a la manifestaciones que ahí se llevaban a cabo.
Más abusos policiales ese día
Conocida la muerte de Santisteban, un grupo de personas colocó velas en la entrada del policlínico Grau, donde fue llevada la víctima y se encontraban realizando una vigilia, de donde fueron retirados de forma prepotente por policías.
Además, varios medios recogieron la versión de testigos que señalaron que la policía llegó a dicho nosocomio a llevarse por la fuerza a los heridos, lo cual puso en riesgo no sólo su recuperación, sino hasta su vida.
