El régimen autoritario de Dina Boluarte suma una nueva víctima mortal por la represión sangrienta, esta vez en Apurímac, donde Denilson Huaraca Vilchez, quien recibió un proyectil anoche y perdió la vida esta mañana.
Medios locales señalan que los manifestantes son del distrito de Pampachiri, quienes se habían dirigido a Iscahuaca, Aymaraes, donde bloquearon la carretera Interoceánica, lugar donde se registró la quema de un bus interprovincial y una caseta de control. No se sabe si los manifestantes son los autores de la quema o si se trata de un caso más de infiltrados o policías a favor del régimen, que realizan estos desmanes para defender a Boluarte y culpar a las protestas.
En el lugar la Policía detuvo a más de 30 personas.
Una vez más este cavernícola régimen de Boluarte, que parece enorgullecerse con la larga lista de fallecidos, viola el elemental derecho a la vida, pues los estándares internacionales para reprimir protestas no incluyen abalear a la gente, incluso en casos de vandalismo, sino dispersar o detener.
Pero hasta en las detenciones se dan incontables casos de detenciones abusivas, de gente que no estaba incurriendo en actos violentos, como el caso de una mujer andina detenida en Lima sólo por el hecho de llevar una bandera.
