La expresidente del Consejo de Ministros Betssy Chávez había negado conocer el mensaje golpista del expresidente Pedro Castillo difundido el 7 de diciembre de 2022, pero un vídeo la muestra realizando coordinaciones para la lectura de dicho texto con el exmandatario e incluso interviniendo en las órdenes a los camarógrafos.

 

Pedro Castillo Betsy Chavez mensaje

 

Las imágenes fueron difundidas anoche por el programa “Panorama” que evidencian que Chávez estuvo al tanto de los detalles, por ello se ve que se acerca a centímetros de Castillo y después replica instrucciones a los camarógrafos de TV Perú.

“Tiene que avisar que es un mensaje a la nación, que lo diga ella”, dijo Castillo a Chávez, refiriéndose  al recado que Chávez debía pasar a la periodista Cintya Malpartida. Hasta ese momento no se sabía del contenido del mensaje.

La instrucción fue trasladada por Betssy Chávez al camarógrafo a cargo de grabar el mensaje de Castillo, quien se veía impaciente en Palacio por la demora.

“Demora, ¿por qué demora? ¿La corbata? ¿Cuál es el problema?”, preguntó Castillo cuando un colaborador de Palacio le acomodaba la banda presidencial.

Chats

Otro detalle que involucra a Chávez, pese a que desde el 7 de diciembre elude su responsabilidad, es que, antes de la difusión del mensaje, envió mensajes de whatsapp exigiendo a los ministros su presencia ese día en Lima, inclusive truncando tareas que éstos realizaban en provincias ese día, como lo muestra por ejemplo un chat del grupo “Gabinete Bicentenario”, donde participan los ministros.

Chávez escribió insistiendo en la presencia de la ministra de Salud Kelly Portalatino, quien alegaba estar en el Cusco realizando actividades oficiales: “Entendido Sra. Ministra, sin embargo hoy es un día histórico. Necesitamos estar cohesionados. Unidad.”.

“Así será premier, unidad y una sola fuerza”, replicó Portalatino.

Todo parece indicar que la promotora del fallido golpe fue Chávez, quien para entonces tenía diversos cuestionamientos, como la contratación de sus allegados para cargos de altos funcionarios.

Al parecer, Chávez vendió a Castillo la idea de ser la gran abogada que le abría la llave mágica para solucionar la crisis de gobernabilidad que el mandatario enfrentaba con las constantes amenazas de vacancia del Congreso, pese a que se lava las manos como Pilatos y lo niega como Pedro.