Mindef miente, soldados se ahogaron por orden superior y los comuneros estaban lejos

Revela crónica en La República. Jefes militares deben ser procesados al menos por homicidio culposo

El ministro de Defensa (Mindef) y su cúpula han mentido al culpar a los aimaras de la muerte de seis soldados que perecieron ahogados en las aguas heladas del río Ilave en Puno, pues según ellos, les estaban lanzando piedras, por lo que decidieron cruzar el río, hecho que es desmentido en un reportaje de La República.

 

militares fallecidos Ilave mar 2023

Los fallecidos. La República.

 

Numerosos testimonios, fotos y vídeos muestran que los aimaras estaban mirando desde los cerros, además, para que los comuneros no se acerquen, antes de cruzar el río los militares realizaron varios disparos al aire. Los comuneros exigían que se retiren a su cuartel de Ilave y les impidieron llegar a Juli, donde hubo disturbios.

Estas evidencias desbaratan la versión oficial del Mindef, que en una aparente maniobra para librarse de responsabilidad, miente sobre los hechos y culpa a los aimaras de dichas muertes con argumentos insulsos que protegen al militar al mando del contigente en Ilave y a mandos superiores al más alto nivel.

Un reportero puneño de La República fue testigo de la tragedia por encontrarse ese día en los cerros cubriendo información.

Además, testimonios de los rescatados señalan que fueron presionados por el capitán Josué Frisancho Lazo para cruzar el río, pese a que algunos de los soldados no sabían nadar.

Una fotografía tomada por Liubomir Fernández prueba que los comuneros custodiaban a los soldados los dejaron en la carretera, mientras cientos de comuneros de Ilave los esperaban en la cima de los cerros para pedirles que se retiraran.

“La patrulla militar se distanció de los aimaras que los hicieron regresar. Cuando se había alejado el grupo de soldados, al mando del capitán Josué Frisancho Lazo, algunos de los efectivos hicieron varios disparos al aire. Todos nos lanzamos al suelo por temor a que impacte una bala perdida. No había aimaras cerca de los uniformados. Nadie los estaba atacando”, informa en La República Liubomir Fernández.

“Antes de sumergirse en el agua, los uniformados, nuevamente, hicieron disparos para que nadie se aproximara. Todos se protegieron. Los militares no estaban acosados por los aimaras que, como yo, presenciaban el cruce del río”, narra Liubomir Fernández.

Además, es harto conocido que las personas que pretenden nadar con botas corren alto riesgo de ahogamiento. ¿En qué escuela militar estudiaron los jefes? ¿Cómo pudieron graduarse con tal ignorancia? ¿Fue un acto deliberado para que perezcan? Los jefes que dieron esta orden, por lo menos, deben ser procesados por homicidio culposo.

Un primer grupo de efectivos con las justas logró alcanzar la otra orilla, pero el segundo grupo que ingresó al agua con su armamento, uniforme, chaleco antibalas, entre otros, llevó la peor parte. Seis se ahogaron y otros cinco fueron rescatados por los aimaras. Videos y fotografías confirman que los militares recibieron ayuda de los aimaras para salvar la vida.

Rescate

En todo momento, los manifestantes estaban en los cerros, por tanto, era imposible que lanzaran piedras con hondas, por mediar una distancia de más dos kilómetros. “Nadie los ataca de manera directa. Lo que había era insultos de todo calibre y advertencia de que si no se iban, las cosas serían peor. Eso sí es cierto”, señala Fernández.

Fernández subraya que fue una decisión propia ingresar al río. Los aimaras no los presionaron ni tenían a nadie en frente que los atacara de manera directa. «Eso es lo que vimos, algo completamente diferente al comunicado del Ministerio de Defensa, que ha dicho: “El Mindef condena enérgicamente la actitud hostil ejercida contra la patrulla de la que formaban parte los mencionados militares por parte de violentistas que les impidieron el paso, por lo que el personal se vio obligado a tomar una ruta alterna que cruzaba el río (Ilave) con el fin de evitar un enfrentamiento con dichos elementos radicales”», advierte Fernández.

El reportero señala que la decisión de pasar el río Ilave fue de los superiores de los soldados, según el testimonio que les dieron estos a los comuneros. Las víctimas eran de la zona, por lo tanto sabían que el río Ilave es más hondo, pero cruzaron porque, como cabos y soldados, ellos no toman las decisiones.

Los comuneros bajaron de los cerros corriendo solo cuando vieron que varios soldados luchaban por salir del agua. En ese momento todos bajaron a prestar auxilio, asegura Fernández y recuerda que las primeras escenas de cómo salieron del agua fueron transmitidas en vivo por La República.

Los rescatados se identificaron como aimaras y tras revelar la comunidad a la que pertenecían, les dieron todos los auxilios. Los soldados después narraron a sus paisanos que su jefe superior les ordenó cruzar el río con el propósito de cortar camino para llegar más rápido al cuartel Pachacútec. Contaron que la orden se habría coordinado con el comando del cuartel y con el comando de operaciones de Puno. Si lograban cruzar el río, los iban a recoger en carro portatropas. Revelaron que el uniforme y el peso de sus pertrechos no les permitía nadar.

Además, es harto conocido que las personas que pretenden nadar con botas corren alto riesgo de ahogamiento. ¿En qué escuela militar estudiaron los jefes? ¿Cómo pudieron graduarse con tal ignorancia? ¿Fue un acto deliberado para que perezcan? Los jefes que dieron esta orden, por lo menos, deben ser procesados por homicidio culposo.

El rescate transcurrió en medio del llanto y las críticas al Ejército por enfrentar a hijos con sus padres. Las mujeres se quitaron sus ropas para cubrir a los soldados, que estaban sufriendo de hipotermia y debían cambiar su ropa mojada por una seca para no agravar su estado.

Los fallecidos son:

    Franz Canasa Cahuaya, de Juli, Chucuito, de 20 años.

    Álex Quispe Serrano, de Ilave, El Collao, de 19 años.

    Elvis Pari Quiso, de Ilave, El Collao, de 20 años.

    Elías Lupaca Inquilla, de Pilcuyo, El Collao, de 19 años.

    Percy Alex Castillo Pongo, de Condururi, El Collao, de 18 años.

    Carlos Quispe Montalico, de Conduriri, El Collao, de 20 años .

Eran cabos y soldados del Servicio Militar Voluntario (SMV). Los cabos perciben un ingreso de 365 soles mensuales. Los soldados del SMV, 256 soles.

El comandante general del Comando Operacional Sur, general EP Jhonny León Rabanal, repitió la versión oficial de que los aimaras obligaron a la patrulla a cruzar el río Ilave porque estaban siendo apedreados y violentados. “Eso no fue lo que vimos en el lugar”, sostiene Fernández.

Sin duda, es muy grave que una institución con tanta importancia, como son las Fuerzas Armadas, esté siendo conducida por sujetos que faltan a la verdad protegiendo a culpables, valorando en nada la vida de sus subordinados.

Ver mayores detalles en La República.