Programa “A presión” realizó una transmisión de vulgaridad total
En un comunicado, el régimen de Nicolás Maduro, condenó las frases de unos comunicadores peruanos sobre las prostitutas venezolanas en Lima, aludiendo “comentarios degradantes y cargados de violencia contra la mujer venezolana expuestos por supuestos comunicadores del Perú agudizaron las tensiones contra el gentilicio venezolano”, dice el documento emitido por el ministerio del Poder Popular para la Juventud y el Deporte de Venezuela.
¿Qué sucedió?
Un programa llamado “A presión”, comentó si el precio de las “chamas” cambiaría después de los resultados del partido de fútbol entre el Perú y Venezuela.
“Si Venezuela gana, ¿las chamas suben o bajan sus precios?”, dijo Mr. Peet, pregunta que todos en el Perú entienden se refiere a las mujeresvenezolanas que ejercen la prostitución. “¿Cómo va a subir? Qué va a ser, se ha mantenido en los últimos tres años y tienen el mismo precio. Se mantiene. Hace tres años que está 50 lucas y va a seguir con 50 lucas. En Risso un ferro y medio, y ya está. En Zepita están a 50 lucas”, dijo.
Sin duda dichos “comunicadores” demostraron carecer de decencia y respeto por el público con sus obscenos dichos, ¿qué se puede esperar de gente que ha caído tan bajo como para ser clientes de prostitutas y proclamarlo? Resulta sorprendente que un gobierno extranjero se ocupe de un programa de Youtube que no representa a los periodistas peruanos.
Invasión venezolana introdujo nuevo término
Al principio de la inmigración venezolana en el Perú comenzó a emplearse “chamo” para referirse a un muchacho venezolano y “chama” para una muchacha.
Pasada la pandemia se hizo grande el problema de la prostitución, que antes la ejercían mayoritariamente colombianas y en menor medida ecuatorianas, chilenas, y unas pocas bolivianas, y de Venezuela llegaron miles de prostitutas que coparon diversas calles en varios distritos de Lima y otras ciudades.
El programa de Youtube “A presión” menciona a Risso, que es una zona comercial del distrito limeño de Lince, que las prostitutas venezolanas, faltando el respeto a los peruanos, han convertido en su centro de operaciones causando el enfado, molestia e indignación de la vecindad, que ve preocupada que su zona de vivienda se convirtió en un lugar asqueroso por la presencia del meretricio. La cantidad nunca antes vista de prostitutas influyó en el lenguaje y ahora “chama” de Risso, “chama” de Zepita y otros lugares es sinónimo de prostituta venezolana. Es una realidad innegable. Así se transforman los idiomas.
Maduro no entiende
Si bien es cierto que es vulgar y condenable el comentario de “A presión”, las principales causantes de la denigración del término “chama” son las propias prostitutas venezolanas, pues las estadísticas muestran que llegan decididas a ejercer la prostitución porque un escaso número se acoge a programas de protección del Estado cuando hay redadas y la mayoría elige regresar a su deplorable vida en la calle.
“Vuelta a la patria”
En lugar de reclamar para hacer noticia simulando preocuparse por sus compatriotas, Maduro debería incluirlas en su plan “Vuelta a la patria” y enviar a Lima cientos de aviones para recoger a sus prostitutas y llevarlas a su país a enseñarles que lo que hacen es denigrante, indigno y a aprender un oficio decente. Deben aprender que la prostitución es ofensiva para la dignidad humana.