Se han cumplido 2 años del criminal derrame de petróleo en extensas áreas del mar del norte chico y la protagonista, la española Repsol, ha hecho de todo para dilatar los procesos judiciales, se embarcó en intenso control de daños noticioso y lo cierto es que no ha respondido al pueblo del Perú.
No resulta una novedad esa naturaleza de comportamiento agresivo y elaborado.
Veinte años atrás, cuandoPerú remató a precio vil Refinería La Pampilla ¡precisamente a Repsol! alzó su voz el ingeniero en petróleo Carlos Repetto Grand. La historia resumida de ese malbarateo y traición a la Patria, conviene recordarla siempre.
Anticipaba también Repetto, entonces como ahora, que se echaba barro con ventilador a Refinería Talara para envilecer su precio y rematarla al mejor postor que no sería sino quien contrata para esa maniobras a genuinos proditores al Perú.
Leamos.
“Principalmente para aquellos que constituimos esa pequeña pero pujante institución llamada Empresa Petrolera Fiscal (EPF), ahora denominada PETROPERU S.A., constructora de la refinería de petróleo La Pampilla, ha sido una ingrata y dolorosa noticia de que este gobierno, no el Estado, irrogándose atribuciones que no le corresponden, como subastar el Patrimonio de la Nación, la construcción del segundo piso en materia de privatizaciones de las empresas del Estado, comenzado por Fujimori, al desprenderse con una dudosa Oferta Pública de Venta, de 11’249,846 Acciones Comunes Clase “A”, equivalente al 31.194% del Capital Social de la Refinería La Pampilla S.A., propiedad de FONAFE, acciones vendidas con una celeridad inusitada entre el 18 al 24 de marzo.
Con la venta de este paquete de acciones (31.194%) concluye su participación el Estado en La Pampilla, quedando la composición accionaria como sigue: REPSOL, YPF Perú B.V. (50.285%); THE PERU PRIVATISATION AND DEVELOPMENT FUND LIMITED (10.202%); MOBIL OIL DEL PERU S.R.L. (6.005%); TRABAJADORES (1.564%); IGM REFINERIA S.A. (0.747%); PETROPERU (0.003%); y nuevos accionistas resultado de esta última subasta (31.194%), lo que da un total al 100%, equivalente a 36’063,999 acciones, Clase A y 1 acción Clase C, (acción dorada en manos del Estado).
Existen muchos interrogantes que le dan cariz de doloso a este proceso, primero ¿Por qué Pro Inversión puso en subasta 3’712,450 acciones del Estado, y luego súbitamente decide vender la totalidad de las mismas, es decir 11’249,847 acciones, cuando una elemental lógica recomendaba no vender, puesto que la primera subasta se frustró por ausencia de compradores, especulándose así no a favor del Estado sino de las AFP chilenas y REPSOL, principales compradores del paquete de acciones, rebajadas en segunda subasta, inclusive de $7.25 a $6.30 por acción; dejando de ganar el Estado tan sólo por esta operación 10.68 MMUS$ (millones de dólares)?
Segundo ¿Por qué en el Prospecto Marco de la Oferta Pública de Venta de acciones comunes Clase “A”, en la que aparece como ente representativo en calidad de Emisor REPSOL – YPF, cuya mayoría accionaria no le da de manera alguna derecho de participar en la venta de las acciones del Estado, pudiéndose calificar como un típico conflicto de interés este acto?.
Tercero ¿Por qué en el Prospecto Marco se trata de desalentar al potencial comprador con la enumeración de factores de riesgo como estructural, macroeconómico, terrorismo, tributario, devaluación de la moneda, control cambiario, riesgo del precio del petróleo, riesgo comercial, etc., sin embargo se ocultan hechos concretos como las inversiones en Unidades de Procesos en Refinería La Pampilla.
Cuarto, igual que en Camisea con Hidrocarburos Andinos S.A.C. de La Pampilla, después del concurso aparece conformando la composición accionaria el grupo PPDF (The Perú Privatisation and Development Fund Limited) con el 10.202% del accionariado, ¿Quiénes son y qué favores propiciaron para recibir tan respetable paquete de acciones?
Por todo ello escucha REPSOL, llegaste al país vía el no habido Yoshiyama, invitado por el corrupto Fujimori, para que participes en una Licitación dudosa, haciéndote del 60% del accionariado de La Pampilla, por 180 MMUS$, pagados en parte con papeles devaluados de la deuda externa pero a valor nominal; con un precio totalmente subvaluado.
Concluido este rapiñesco acto, ya estás dirigiendo tus ojos a la Refinería Talara, la piedra en el zapato, el último rescoldo antiprivatista. No esperamos los nacionalistas de corazón que este gobierno privatista escuche nuestras denuncias, pero sí de próximos gobiernos nacionalistas y honrados que estarán obligados a revisar escrupulosamente todas las dolosas acciones que llevaron a ese tremendo latrocinio cometido contra RELAPA, la insignia más valiosa de PETROPERU, la que sin lugar a dudas volverá a manos peruanas. Por tanto, ¡date por enterado REPSOL!”.
18.01.2024
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