Podrían estallar tres conflictos amazónicos
Antiguos y nuevos conflictos crecen día a día en tres puntos de la amazonía, y parece que ninguna autoridad se interesa en darle solución. La población awajún-wampis del Cenepa (Amazonas) reclama desde hace cuatro años la restitución de 88,744 hectáreas que el Estado tomó del parque nacional Ichigkat Muja para darlo en concesión a la minera Afrodita.
Cuatro años también tiene la solicitud de los secollas-boras del Putumayo (Loreto) para que la zona del Güeppi sea convertida en un parque nacional.
Ambas poblaciones han manifestado a las autoridades del gobierno central que no aceptan actividades mineras ni petroleras en sus tierras.
En el sur de la amazonía, los harakmbut que pueblan Inambari (Madre de Dios) se mantienen alertas para impedir que la petrolera Hunt Oil vuelva a ingresar a la reserva comunal Amarakaeri.
Ahora pretenden levantarse para evitar que se siga construyendo la hidroeléctrica de Inambari, por temor al daño a la biodiversidad especialmente en el Parque Nacional Bahuaja Sonene.
Zebelio Kayap, presidente de la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa, manifestó hace dos semanas que las comunidades awajún-wampis ya están cansadas de no recibir respuesta a los oficios enviados al Ministerio de Energía y Minas.
“Les hemos preguntado por qué dieron autorización de ingreso a la minera Afrodita y por qué concesionaron la Cordillera del Cóndor cuando ya habíamos firmado un acta con Inrena para crear allí el parque Ichigkat Muja en un área de 152 hectáreas que después recortaron sin respetar el documento firmado”, refiere el dirigente tras señalar que la Cordillera del Cóndor es un territorio valioso para la supervivencia de los nativos y además sagrado por acoger al venerado Cerro Kumpanam.
Los nativos del Cenepa reafirmaron su posición: exigir al Estado que cumpla el acta de creación del parque en el área acordada y que se les delegue su vigilancia y administración. También piden revocar concesiones mineras en el Cenepa por incumplir el derecho a la consulta establecido en el Convenio 169 de la OIT, así como el retiro de las empresas Afrodita y Dorato.Inrena podía cambiar de opinión
El 8 de noviembre del año 2005, representantes de los ministerios de Energía y Minas, Relaciones Exteriores y Defensa, así como del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el propio Instituto Nacional de Recursos Naturales y la minera Afrodita, se reunieron para tratar la exploración minera en la Cordillera del Cóndor.
Ahí acordaron que Inrena debía emitir un informe a la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros del Minem “en el cual dé opinión técnica favorable para la exploración minera de la Cia. Minera Afrodita, en la Cordillera del Cóndor”.
La nueva opinión de Inrena se emitió el 11 de enero del 2006. La solicitud a Inrena se hizo, según el Minem, porque la concesión fue antes de crearse el área natural protegida. (Con información de La República)