Textos escolares y “macabros” fariseosaugusto alvarez rodrich 1

Por Rafael Romero

Como no podía ser de otra manera, dos personajes del “periodismo macabro”(Álvarez y Palacios) se despacharon a su gusto pretendiendo desacreditar y ridiculizar a los periodistas que criticaron a Editorial Bruño, por el tratamiento naif que hace sobre el terrorismo genocida y delincuencial de Sendero. Las sátiras y las mofas de un economista y una abogada —metidos en la comunicación social— fueron y vinieron, pero sólo demostraron que como comunicadores son simples empleados del espectáculo, pues están en el canal de televisión que más farándula vendió al Perú durante el apogeo montesinista.

 

Ellos enfilaron sus críticas contra los medios serios que no se dejan llevar de la nariz por el mal denominado periodismo de espectáculo, que intenta seguir reinando en el Perú, aunque no por mucho tiempo pues hasta la partner de esos dos “periodistas macabros”, Magaly Medina, ya anunció que se aburrió de los “ampays” y que sólo seguirá bajo este formato hasta finales del 2012. Lo concreto es que Editorial Bruño fue infiltrada por un cuadro de Sendero, quien se desempeñó nada menos que como editor de textos escolares, y con la influencia como para torcer una visión realista que deberían tener esos libros de la forma como, por ejemplo, Abimael Guzmán encarnó una consigna de muerte y resentimiento.

Para cualquiera que tiene dos dedos de frente, estamos ante un caso simple de causa y efecto: Walter Villanueva, ex empleado de Bruño, jugó un papel clave para su personal interés ideológico. No por gusto cumplió condena por terrorismo y, es más, no contento con ello salió de la cárcel y se convirtió en el editor del libro de Abimael Guzmán (“De puño y letra”) y encima hasta el día de hoy sigue pregonando a los cuatros vientos que el Movadef debe ingresar a la vida política.

Por si no lo recuerdan los “macabros” Álvarez y Palacios, en los años setenta y ochenta Sendero trabajó mucho desde las aulas escolares con organismos estudiantiles de fachada. Por fortuna, a tiempo se ha descubierto esta labor de zapa del senderismo redivivo, que buscará nuevamente inocular de droga roja la mente de los jóvenes.

¿Podremos darle crédito a los ataques y análisis de los “periodistas macabros”? De ningún modo, puesto que si no dicen, por ejemplo, que vivieron de la mamadera del Estado en medio de consultorías, directorios de reguladoras o en la PCM durante los noventa; o si no cuestionan por qué la Sociedad Nacional de Radio y Televisión, al que pertenece el canal donde laboran, pasa un spot de valores pero en la práctica presenta contenidos que no respetan el código de ética del mismo; o si no tienen la valentía de preguntar quién es el verdadero dueño de ese canal a cuyos intereses sirven, entonces, ¿cuánto más podrán pontificar?

Expreso

 

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