Padres deben elegir vacaciones útiles de sus hijos según sus habilidades

No es recomendable matricularlos en cursos de reforzamiento, porque pueden llegar a rechazar las materias.

Tener a los chicos en casa es para muchos padres, un dolor de cabeza. Algunos los dejan viendo televisión, otros les prenden la computadora para que se distraigan con un juego electrónico, o los llevan a sus trabajos porque no tienen con quién dejarlos. Pero, ¿Qué es mejor para los niños y adolescentes? “Los padres deben orientar a sus hijos hacia lo que quieren crear y desarrollar en ellos”, mencionó el psiquiatra Carlos Bromley, de la Estrategia Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa).

 

El especialista se centra en las actividades extracurriculares, pues no recomienda que sean matriculados en cursos de reforzamiento. “Al ser inscritos para aprender materias como las matemáticas, por ejemplo, puede originar un rechazo prolongado a este curso”. Además, el pequeño no asistirá motivado, sino por obligación. Por ello, el especialista señala una serie de actividades según las edades, a las cuales podrían dedicarse en estas vacaciones.  

Los niños entre 5 y 6 años acaban de aprender a escribir, a sumar y restar y ahora puede ser buen momento para reforzar sus habilidades artísticas musicales. Sería positivo para ellos, que sean inscritos en talleres para tocar cajón u otro instrumento musical. En esta etapa pueden aprender a desarrollar el sentido del ritmo y movimiento sincronizado, con talleres de música coreográfica. Para ello pueden considerar los cursos de marinera, ballet o afro.

En el caso de los menores entre 7 y 8 años de edad que tienen cierta independencia pueden ser matriculados en actividades que tengan que ver con la naturaleza, como pequeños arqueólogos, que ofrecen ciertos museos de sitio. Allí los menores hacen una rutina de exploración mientras aprenden sobre el cuidado del patrimonio. Asimismo, en ciertos programas se realizan excursiones y los menores pueden familiarizarse con plantas y animales.

Los pequeños entre los 9 y 10 años están listos para desarrollar habilidades sociales e interactuar con otros niños. Son recomendables los talleres de teatro, donde podrán dar rienda suelta a su creatividad. Tendrán la oportunidad de jugar con el maquillaje y vestuario.

Entre los 10 y 13 años, los preadolescentes pueden incursionar en la gastronomía. Inscribirlos en cursos de repostería será una buena opción. A partir de esta edad y hasta los 17 años, también es ideal que aprendan deportes. Por lo tanto, es muy buena opción considerar las academias de fútbol, voleibol, tenis o natación. El deporte los llevará a integrarse a un equipo  y aprenderán a desarrollar sus propios roles y funciones. Sin duda, la natación es el deporte estrella, pues permite desarrollar el tono muscular, mejora la respiración, influye en la coordinación de los movimientos y brinda seguridad al menor, con respecto al agua. Si supera el miedo al agua, podrá superar otros miedos propios de la vida diaria.

Finalmente, el Dr. Bromley también pone énfasis en el tiempo libre, pues es el tiempo dedicado a uno mismo. “Dentro de la estructura del tiempo, destinar un espacio para el tiempo libre es positivo, pues es el momento donde los niños y adolescentes pueden hacer lo que quieran”.