Ella y su hijo eran investigados por el delito de trata de personas agravada.
Una mujer de 60 años fue sentenciada a 25 años de pena privativa de la libertad, tras ser hallada culpable de la comisión del delito contra la libertad personal, trata de personas agravada, en agravio de un menor de edad de 13 años.
Foto referencial. Unicef
Clariza Cáceres de Tarco y su hijo Rogelio Tarco Cáceres eran investigados por la Fiscalía Provincial de Trata de Personas del Cusco por el maltrato y explotación laboral de un adolescente que tenían bajo su cuidado.
Según la investigación, en agosto de 2016 Rogelio Tarco llevó al menor de edad desde localidad de Huayopata, en Quillabamba, a la vivienda de su madre en la ciudad del Cusco, luego de que la progenitora del adolescente agraviado le encargara su cuidado y educación.
En el inmueble de la acusada, el adolescente fue obligado a realizar actividades en el hogar y en un taller de carpintería de propiedad de los imputados durante casi un año y, debido a los horarios en los que debía efectuar estas labores, dejó de asistir al colegio y fue víctima de severos maltratos físicos y psicológicos por parte de Rogelio Tarco y la ahora sentenciada.
Durante el proceso, la fiscalía especializada logró acreditar la responsabilidad de la mujer y de su hijo en el delito con la declaración de los testigos y de la víctima en la entrevista única en cámara Gesell, y el certificado médico legal que dio cuenta de las graves lesiones que presentaba el agraviado.
Respecto al investigado Rogelio Tarco Cáceres, quien se encuentra en calidad de reo contumaz, el juzgado ha dispuesto reservar su juzgamiento hasta que sea capturado y puesto a disposición de las autoridades.