Lourdes Gómez
Londres, 6 abr (Sputnik). - El primer ministro británico, Boris Johnson, se reserva los detalles del certificado de inmunidad del coronavirus ante la oposición de parlamentarios de casi todos los partidos y de agrupaciones liberales a su introducción en el país.
El llamado 'pasaporte del covid' se probará en distintos foros de Inglaterra a partir de mediados de mes. En el Campeonato Mundial de Snooker (modalidad de billar), que se disputa en un teatro de Sheffield, en la semifinal y la final de la Copa de Fútbol de la Federación Inglesa, en el estadio Wembley de Londres, y en espectáculos de humor de un club de Liverpool se exigirá una "certificación del estado" de inmunidad a los potenciales espectadores.
RODAJE EN INGLATERRA
El programa piloto rodará también en una sala de cine, en una discoteca e incluso en un centro de congresos, entre otros anunciados en una primera fase. "Aportarán pruebas adicionales para los organizadores y consumidores sobre las cuestiones logísticas y prácticas que conlleva la reapertura de eventos", señala el Gobierno de Johnson en la revisión conjunta de cuatro aspectos de su plan de desconfinamiento, cuyas conclusiones preliminares se publicaron esta semana.
Las restricciones comenzaron a relajarse en marzo, con la reapertura de las escuelas y la posibilidad de pasear en espacios abiertos con una persona de otro núcleo de convivencia. El 12 de abril se dará otro paso sustancial, cuando los comercios no esenciales y las peluquerías, entre otros servicios de contacto, levantarán la persiana por primera vez en meses. Bares y restaurantes también podrán servir a la clientela en terrazas y patios al aire libre.
Las vacaciones fuera del país no se permitirán hasta el 17 de mayo, como muy pronto, y se mantiene la esperanza de eliminar casi todas las limitaciones sociales cinco semanas después. Por otro lado, el Ejecutivo confía en vacunar con una primera dosis a la población adulta para finales de julio.
IMPRESCINDIBLE PARA VIAJAR
Nadhim Zahawi, ministro encargado de la vacunación, afirmó a la cadena Sky News que es "apropiado y responsable" rodar la "certificación del estado del covid" antes de implementarla oficialmente en una fecha aún por confirmar. Mientras pocos cuestionan su adopción para viajar al extranjero, hay una férrea oposición a su uso doméstico en Reino Unido.
"La certificación será inevitable para viajes internacionales. Podría ser una ayuda valiosa para abrir más rápido nuestra economía nacional y nuestra sociedad", defendió el ministro del Gabinete Michael Gove.
Salas de fiestas, teatros, restaurantes y otras empresas privadas podrían imponer sus propias reglas de acceso ante el riesgo de la pandemia y "prohibirlas sería una intrusión injustificada" por parte del Gobierno, según advierte el informe ministerial. Por tanto, considera "adecuado" y prioritario centralizar la provisión de un "medio sencillo de demostrar el estado del covid a fin de asegurar que no nieguen a los ciudadanos del Reino Unido oportunidades de viajar o asistir a algunos eventos y locales".
SINTONÍA EN LOS EXTREMOS
En el polo opuesto del debate confluye un arcoíris de parlamentarios y organizaciones cívicas. Más de 70 diputados conservadores, laboristas y liberal-demócratas han firmado una "promesa" en contra del carné nacional del coronavirus. "Nos oponemos al uso divisorio y discriminatorio de la certificación del estado de covid para denegar el individual acceso a servicios generales, negocios o empleos", declaran los firmantes.
Secundan la campaña las secciones más radicales del partido gobernante y la oposición laborista, incluido el anterior líder Jeremy Corbyn. "Los viajes internacionales son un lujo, pero participar en tu propia comunidad es un derecho fundamental. Por eso, el pasaporte interno de covid es un paso autoritario demasiado excesivo. No venceremos el virus con discriminación y opresión, sino con educación, vacunación y apoyo mutuo", defiende Shamy Chakrabarti, a quien Corbyn elevó a la Cámara de los Lores con el cargo de abogada del Estado "en la sombra".
NO AL DNI DEL COVID
A su vez, el dirigente liberal-demócrata, Ed Davey, argumenta que la contención de la última ola de coronavirus, tras meses de confinamiento y de progreso en la vacunación, es el momento de "recuperar las libertades". "Los pasaportes de vacunación- esencialmente carnés de identidad de covid- nos llevan en la dirección contraria", denunció.
El DNI (documento nacional de identidad) no existe en Reino Unido. La ex primera ministra Margaret Thatcher quiso introducirlo para controlar a los "hooligans" del fútbol inglés, el laborista Tony Blair lo intentó en el ámbito general, pero ambas iniciativas acabaron en la papelera debido a la oposición política y social.
Johnson argumenta que certificados de inmunidad se requieren para ejercer algunas especializaciones clínicas y sugiere que el del covid sería una "medida temporal" para acelerar la reactivación económica, acercar el final de las restricciones sociales y el retorno a la normalidad. Pero, de momento, gestiona la propuesta con cautela y lentitud, consciente de que ahora mismo se arriesgaría a perder la batalla en el Parlamento de Westminster. (Sputnik)