Las plantaciones de cítricos españoles absorben el doble de CO2 que el generado por el consumo industrial
Esto lo convierte en un cultivo muy interesante y prometedor desde la perspectiva de la mitigación del cambio climático.
España se configura como un productor y exportador citrícola mundial, fundamental en el área mediterránea y en la Unión Europea y por tanto también del zumo procedente de las frutas de este árbol.
En un contexto de cambio climático, cualquier estrategia de captura y almacenamiento de gases contaminantes se configura como primordial en el ámbito de la sostenibilidad ambiental, y en este sentido los cultivos de cítricos pueden desempeñar un papel muy relevante. Esta inquietud ha impulsado el fomento de estudios para conocer con mayor profundidad la dinámica de los gases de efecto invernadero y, sobre todo, el papel de los cultivos de hoja perenne.