por Duilio de la Motta C.

Los acontecimientos políticos actuales, expresan una profunda preocupación y una puñalada a las aspiraciones de un pueblo que solo desea, por el momento, a que se efectuaran algunos cambios, reivindicaciones, como iniciar la lucha contra la corrupción, una limpieza del sistema, para luego construir una sociedad donde pueda realizarse con toda seguridad el ciudadano, con la tranquilidad de haber forjado algo bueno para su familia, una sociedad plena de justicia y bienestar social, donde sus hijos y nietos vivan plenos de felicidad. Pero todas estas aspiraciones por una sociedad mejor parece que volverán a reposar en las mentes cinco años más, de quienes votaron por Ollanta Humala Tasso.

LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES LAS GANÓ EL PUEBLO

El 5 de junio de 2011 fue un momento histórico en el Perú, por primera vez el pueblo ganaba un proceso electoral que se había caracterizado por sustentar, en todo momento, el cambio del sistema. La derecha, PPK, Castañeda, PPC y una laya de oportunistas se habían cobijado bajo las faldas Keiko Fujimori, candidata de la corrupción, de las mafias, de los asesinatos y saqueo del erario nacional, gobernó 10 años. No le importó a la derecha la trayectoria de esta candidata pues ambos tenían los mismos objetivos; y sus representantes ya habían sido derrotados en la primera vuelta. El objetivo fundamental, de estos grupos, era derrotar al candidato del cambio Ollanta Humala Tasso, pues éste amenazaba su modo de vida y su sistema. La campaña de la reacción fue de un permanente ataque a Ollanta, en casi la totalidad de los medios de comunicación, salvo el canal 11 y el diario La Primera, los demás dieron rienda suelta a sus bajas pasiones, atacando día y noche al candidato del pueblo. Al final de cuentas el pueblo se impuso y votó por el cambio.

LA DERECHA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Confirmada la victoria del cambio, la derecha se tornó más agresiva en sus ataques, le pedían por todos los medios de comunicación que dijera quienes conformarían el gabinete, el 21 de julio Ollanta lo hizo. Pero no fue con gente que lo acompañó desde el inicio, sino con personas que se le pegaron al final. Esto cayó como un baldazo de agua fría en el interior de su partido. Antes había ratificado a otro tagarote, Julio Velarde como presidente del BCR. Cuyos méritos son: haber sido el jefe del plan de gobierno de Lourdes Flores, tener de los 45,000 millones de dólares en reservas solo el 4.5% en oro, también favoreció a los exportadores con un dólar elevado, perjudicando al pueblo con dicha medida. Mientras todo eso generaba aplausos en la oligarquía, el nombramiento del gabinete los hizo delirar al nombrar a Miguel Castilla como ministro de economía, luego al empresario Miguel Caillaux ministro en agricultura, José Luis Silva ministro de comercio exterior y otros más que ofrecieron sus servicios y experiencias a última hora. Según Ollanta, “A un presidente no se le puede poner ningún tipo de condicionamientos. Eso es inaceptable” Pero él si podía hacer lo que le diera la gana. Ese platillo les gusto a toda la derecha y se entretuvieron saboreando el menú. Una vez Ollanta en el poder nuevamente volvieron los medios de comunicación al ataque, ya no contra el presidente sino a Ricardo Soberón, luego a Mocha, Chehade y hasta la esposa de Ollanta, La estrategia de los medios de comunicación fue meterle miedo para someterlo al servicio de la plutocracia. Se puede, decir tarea cumplida, va ganando la oligarquía.

SE ABANDONÓ EL PROGRAMA

En los últimos meses se ha podido ver incumplimiento del programa que lo llevó al poder, los cual podemos enumerar:

—Ha formado un gabinete variopinto incapaz de trabajar por el pueblo y por el programa.

—En la lucha contra la corrupción no ha despedido a ningún funcionario del aparato del estado, ni menos ha tomado alguna medida.

—Sigue por la misma senda que trazó el japonés, hasta la fecha todo es a favor de la plutocracia.

—No hay indicios de industrializar al país, no se han ofrecido beneficios para el desarrollo industrial.

—No se trata el problema del minifundio, creador de la pobreza en el campo y la ciudad.

—No hay indicios de querer reorganizar el estado, siguen tan igual como los encontró; el estado es corrupto en todos sus estamentos.

Decir que a la policía le han robado armas para usarlas en Cajamarca pinta por entero a quien se enfrentara el pueblo.

La telefónica hasta la fecha no ha pagado su deuda, el gobierno ya debió buscar otro concesionario. Puede haber otras cosas más; lo que está claro que no hay interés por el programa y los cambios que se comprometió con el pueblo.

 

¿OTRO CANDIDATO QUE TRAICIONA AL PUEBLO? ¿O ES SOLO UNA ILUSIÓN PASAJERA?

Es bastante difícil utilizar el calificativo de traidor al pueblo, pero cuando en el transcurrir de los días y la actividad política del gobierno nos ofrecen un panorama de lo que está sucediendo, debemos analizar los hechos con mucho cuidado para sacar conclusiones. Hemos puesto 10 puntos sobre el tapete que demuestran claramente que se ha tomado un rumbo diferente por el que el pueblo votó. A la fecha no hay indicios de cambio y de cumplimiento con lo comprometido. Se ve claramente que con el pretexto de un gobierno para todos se enmascara una política continuista, la cual el pueblo repudia. No estamos pidiendo que se cambie inmediatamente la Constitución, que se cierre el congreso, que se construyan las bases para una sociedad socialista. Solo se pide lo mínimo que está en el programa de gobierno, que se trabaje con la gente que lo apoyó, que busque cuadros dentro del pueblo, no en la derecha. Este viraje ya lo ha detectado el pueblo y siente que otra vez más fue traicionado. Pueda ser que por miedo a los medios de comunicación y a la oligarquía haya asumido esa postura. Ollanta Humala está a tiempo de corregir el rumbo peligroso que ha tomado por el entorno que lo rodea. Pero no han sido los oligarcas quienes votaron por él, fue el pueblo y solo para el pueblo se tiene que gobernar. De lo contrario, el Perú se convertirá en país convulsionado; ya está cansado de postergaciones, de miseria, de subdesarrollo Y NO VOTÓ POR OLLANTA HUMALA PARA PROTEGER LOS INTERESES DE LA OLIGARQUÍA.

PRESIDENTE, TIENE TIEMPO DE CORREGIR SUS ERRORES.

 

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