Narcopolítica, guerra sucia y el gobierno de García

alan_garcia_170.jpgPor Juan Sheput

El gobierno del doctor Alan García está empecinado en hacer que Alejandro Toledo pierda las elecciones. Recordando lo que le hizo a Mario Vargas Llosa en las elecciones de 1990, desde el poder García movilizaría a medios de comunicación amigos para empezar una serie de campañas de desprestigio en contra de quien considera su enemigo, Alejandro Toledo. Las campañas no funcionan, no sólo porque son falsas, sino por lo burdo y ruin de las maniobras.

Tratar de involucrar a un hijo de Javier Reátegui, a partir del sólo apellido, es tan falto a la ética, que daña más bien a la trayectoria de la revista, Caretas, que intentó difundir esa relación. Más aún, la maniobra es tan tonta, que parece forzada e impulsada por alguien de ego colosal que da signos de desesperación.

Pero como lo que mal empieza mal acaba, ahora resulta que quienes tienen relaciones comerciales y amicales con los Sánchez Paredes son los funcionarios de más alto nivel del gobierno. Como señala Fernando Rospigliosi en su columna de hoy, bajo el gobierno de Alan García el Perú se ha convertido en el primer productor mundial de coca. Y el mismo Alan García recibió, para su campaña, miles de dólares de parte de un miembro del clan Sánchez Paredes, aporte que dicho sea de paso no fue informado a la ONPE.

Es una lástima como, una vez más, el Perú sufre de una campaña electoral sucia gracias a un presidente que como Alan García, no puede entender lo que significa las distancias y el respeto a la Constitución y a la democracia.