por Desco
El presupuesto participativo basado en resultados se ha convertido en fuente de descontento para los agentes participantes en muchas localidades del país. En la Región Junín, lejos de ser la oportunidad para armonizar las demandas de la sociedad con los principios de eficiencia en el gasto público que propone el MEF, este mecanismo no ha logrado superar las brechas existentes y manifiestas a lo largo de la década de democracia participativa en el país.
El Gobierno Regional de Junín no ha logrado marcar la diferencia bajo este mecanismo de participación ciudadana. A factores como la baja voluntad política de las autoridades por difundir el proceso y la debilidad propositiva de la sociedad civil, se suma la baja legitimidad que resulta de comprobar que los acuerdos no se implementan plenamente.
Si bien siete de los diez proyectos priorizados el año pasado presentan avances en su ejecución –que compromete el 17% de los 63 millones de soles del presupuesto regional– lo cierto es que existe un gran desequilibrio entre las expectativas y participación que encausa el proceso y las capacidades del gobierno regional por darle cobertura a las propuestas respaldadas por los agentes participantes. Del conjunto de 73 proyectos que en el proceso de PPR de 2012 lograron priorizarse, apenas 10 fueron incluidos en el Presupuesto Institucional de Apertura- PIA 2012.
Los 63 proyectos no incorporados en el PIA 2012 no quedaron fuera por carecer de sustento técnico, sino por falta de respaldo en recursos presupuestales. A este respecto es necesario también un cambio en el compromiso de los agentes participantes, que se involucran como demandantes de recursos; y no desarrollan estrategias en la lógica de cofinanciamiento y movilización de recursos.
Ante la progresiva disminución de la capacidad de inversión del gobierno regional, las autoridades recalcan que las propuestas de proyectos que se canalicen por la vía del PPR deben atender a la dimensión regional. Esto quiere decir que los proyectos no deben involucrar montos menores a los tres millones de soles ni menos de tres distritos de al menos dos provincias distintas. En una región que combina escenarios geográficos y culturales muy diferenciados –sierra centro y selva central– las autoridades no han desplegado los esfuerzos necesarios para un PPR que favorezca las articulaciones entre distritos y provincias.
Así las cosas, el proceso de PPR actualmente en curso se mueve entre el escepticismo y la desconfianza. El 14 de junio se llevará a cabo el taller en el que se definirá cuántos y cuáles de los 129 proyectos puestos a votación serán priorizados y luego evaluar cuáles serán finalmente presupuestados para el 2013. De acortar la distancia entre las expectativas y los hechos, dependerá la legitimidad de este importante mecanismo participativo.