Por Rocío Ferrel
La mayor parte de comentaristas coinciden en que hay ambiciones políticas para 2016 detrás del lanzamiento de un canal por parte de la primera dama Nadine Heredia, para difundir su imagen y no estarían desacertados, pues es la primera vez que la esposa de un Presidente de la República busca tanto protagonismo.
Ego colosal
No contenta con tener las cámaras de los medios bastante enfocadas hacia ella, ahora lanza su propio canal, lo cual se suma a sus cuentas en Facebook y Twitter, con lo cual tendríamos un ego colosal no visto antes, ni con Alan García, a quien clasificaron con tal adjetivo en la embajada estadounidense, hecho que llenó titulares (ver Anormal personalidad de Alan García en Wikileaks).
Heredia ya no se contenta con figurar en el portal de la Presidencia de la República y en los portales del ministerio de la Mujer o de Inclusión, quiere más figuración.
Dicen algunos legisladores que no hay ningún impedimento legal para que la Primera Dama tenga su canal en Youtube, pero eso debería ser materia de investigación, pues todas esas imágenes pertenecen al Estado, por haber sido grabadas utilizando recursos humanos y logísticos del Estado, Heredia no es la dueña de los vídeos que siguen sus actividades.
¿O va a decirnos ella ahora que tiene su propio equipo de prensa y de logística que cobran sueldo de su cuenta personal y no del Estado?
De otro lado, se advierte una evidente promoción de la imagen de Heredia, pues figura por ejemplo promocionando el pescado, ella aparece en primera plana, pero la gente de escasos recursos no tiene acceso a esos platos, por su alto costo. Lo mismo sucede en las actividades del ministerio de Inclusión, que más parece haber sido creado para ser la secretaría de promoción de la imagen de Heredia, pues la gente pobre sigue siendo tan pobre y excluida como antes.
De no podérsele imputar violación de la ley, entonces una vez más vemos la astucia de Heredia para beneficiarse allí donde haya una laguna legal, porque no era necesario normar tanto sobre estos límites, pensados en la buena fe, pues ninguna Primera Dama se atrevió a tanto, y eso deja mucho que desear de la ética de Heredia.
La astucia de Heredia
La esposa del Presidente incluye una serie de vídeos, pero no coloca las ridículas imágenes donde se le ve en la escandalosa y criticada farsa de los presuntos “pioneritos” rescatados en el VRAEM, sobre el cual se denunció que hubo presunto delito de separación de niños de sus padres, por no ser hijos de terroristas. Tampoco incluye el vídeo donde con vulgaridad da la espalda al Presidente en la ASPA, cumbre con mandatarios internacionales.