Por Herbert Mujica Rojas
En Naciones Unidas, organismo internacional de alta especialización y a la que los países envían a sus más experimentados, hábiles y jugados embajadores, como es el caso de Colombia 2 y Chile 3, por citar a dos países vecinos, Perú ha reemplazado al veterano diplomático Enrique Román Morey por el novato Gustavo Meza Cuadra.
El interés de la cosa pública también y dadas las circunstancias álgidas actuales, abarca al ministerio de Relaciones Exteriores. Es importante subrayar que Meza Cuadra nunca ha servido en puesto dentro del sistema de Naciones Unidas. No conoce de manejo multilateral que Román sí, por tanto ¿con qué criterio -si hubo alguno- se sacó a un tigre para ubicar a un minino embajador con poco más de un año en el puesto? Lo correcto, lógico y potente habría sido nombrar a Meza Cuadra como apoyo, tarea en que sí se expediría con más propiedad.
Inconveniente, por donde se mire el asunto, representa designar a un funcionario sin mayor experiencia y que desconoce a todo el mundo a nivel multilateral. Por ejemplo hay un diplomático brasileño que fue elegido a la OMC como director general pero que antes se había desempeñado por largos años, como representante en Ginebra, por eso su fuerza, conocía el sistema y a todos los embajadores de los países clave.
No se sabe, en absoluto, qué hay de una estrategia a nivel multilateral y es hasta probable que ni siquiera se haya conversado con los integrantes del Consejo Permanente de la OEA o de los países integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La improvisación da muy pocos réditos y, mucho menos, en el complicado mundo de las relaciones exteriores, materia en la que el canciller Roncagliolo destaca por sus yerros frecuentes.
No se horada la reserva ni el secreto cuando se procura que las cosas funcionen bien, con precisión patriótica y perfil de horizonte duradero en Cancillería. Y es deber obligatorio mencionar y denunciar lo que a nuestro muy modesto juicio, constituyen yerros mayúsculos.
Habíamos adelantado ayer lunes en Torre Tagle: ¿secuestro de la política exterior?
http://perusupropiarespuesta.com/torre-tagle-secuestro-de-la-politica-exterior/ :
"El presidente Ollanta Humala debería tomar debida nota que su gobierno puede ser el adelantado y el símbolo de un magnífico tratamiento del contencioso marítimo a que Perú ha llevado a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya o el pararrayos de una torpe política forjada en el inmovilismo reprobable y hasta proditor desde hace dos años.
En efecto, ya se vocea en Cancillería, si es que Chile acata pero no cumple o pone sus tradicionales reparos añejos (recuérdese el caso de Tacna y Arica que recién se resolvió el 3 de junio de 1929 con el Tratado y Protocolo Complementario de Lima, es decir 49 años después) y bajando sorprendentemente la escalera de la magnífica instancia de la CIJ, órgano judicial de NNUU, hacia el Consejo Permanente de la OEA en el marco de una reunión de consulta de cancilleres según el Pacto de Bogotá invocando el artículo 50. Es como si luego de jugar en las grandes ligas nos fuéramos, por estupidez propia, a segunda o tercera."
¿Será necesario recordar a Cancillería que constituye la línea de defensa más importante del Perú en todos los foros internacionales? Pareciera que Perogrullo no está de vacaciones por estos lares. En casus belli, opción imposible de descartar o suplir por buena voluntad u optimismo a raudales, la Patria necesita a sus mejores cuadros al frente del teatro de operaciones en el campo de batalla o en el ágora política o académica en que los países resuelven sus diferencias o demandan el cumplimiento de los fallos como, por ejemplo, de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. ¿Por causa de qué Torre Tagle envía a un recientísimo embajador como Meza Cuadra a NNUU?
¿Quién o quiénes siguen en la degollina que causó el cese -lamentable y absurdo- del embajador Enrique Román Morey? Reza el dicho: si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas en remojo. ¿Paga el pueblo peruano con sus impuestos para que una dirección timorata y falta de pericia en la cosa externa "pruebe" a ver cómo le resultan sus arrebatos o simpatías en algo tan delicado como las relaciones exteriores? Sospecho que NO es así.
Una Patria NO se construye con voluntarismo o errores garrafales. Y Perú no puede darse el lujo de perpetuar equívocos y es tarea, también, del presidente Humala, de atajarlos y pulverizar cualquier intento que manche su nombre y lo asocie a derrotas evitables con buen tino y juicio. ¿Alguien puede sostener lo contrario?
http://www.voltairenet.org/article178489.html?var_mode=recalcul
14-5-2013