Por Guillermo Olivera Díaz*
¡Scotiabank de Costa Rica NO habría prestado dinero del banco a ACOTEVA o a suegra de Toledo, Eva Fernenbug, pues se trató de una operación “Back to Back”, en la que el prestatario deposita su dinero, del cual el banco le “presta”!
Hoy lunes 27-5-2013 en la Comisión de Fiscalización del Congreso éste debería ser el gran tema a investigar: ¡Banco me presta mi propio dinero! Empero…
La investigación criminal siempre se enfrentó a un sinfín de dificultades en su ardua tarea de hallar y prender al culpable. Es que el dios mitológico Caco de ayer, y los escurridizos cacos de hoy, se devanan los sesos, que ya los tienen revueltos, en sembrar abrojos, borrar huellas y recurrir al cinismo para no ser descubiertos ni aprehendidos. Pese a todo, dejan diversas huellas indelebles y rastreándolas se ubica e identifica al malhechor.
Al dios Caco (en latín Cacus), ora, mitología griega, ora, mitología romana, se le identificaba como quien hurta el ganado sin dejar huellas. A las reses que robaba hacia su cueva a orillas del Tíber (actual Roma) las arrastraba de espaldas por el rabo, dice la mitología, “de forma que no dejaran huellas”. Le costaba esfuerzo derribar al ganado que pretendía sustraer, ponerlas de espalda y jalarlas desde el rabo para que los cascos no delaten el hurto, pero el arrastre dejaba su propia marca y permitía ubicar a Caco en pleno banquete. ¡Una vez de esas pagó con su muerte!
Modernamente, eso hacen los que llegan a ser presidente del país, los que pretenden serlo y son devotos de Caco. No sustraen parejas de bueyes, para devorarlas, como Caco, sino millones de dólares y también los arrastran a los paraísos financieros de modo tal que no dejen huellas o las que dejan embrollen a fiscales, jueces, militantes de partido y congresistas adulones.
Fundan empresas de fachada, con socios desconocidos, encontrados al paso (como ACOTEVA), usan y abusan de la proclive suegra (como Eva Fernenbug), de sinuosos amigos millonarios aunque quebrados o en bancarrota (tipo Maiman), para adquirir los lujosos remansos inmobiliarios (que antes no tenían) que sirvan, a la vejez, para los placeres que igualmente placían a Caco. El apetecido hedonismo senil sería, en última instancia, el objetivo del latrocinio presidencial, escondido por algunos años.
Cuando alguien de su especie los traiciona brindando información, o los delata por algo, escupen remolinos de llamas y humo, como antes Caco, pretendiendo defenderse y cubrirse. La prensa despliega su manto para esa cobertura, por eso nos enteramos de la alusión al “panzón maléfico” (Alan García) que pretendería acogotar al “cholo armado con la verdad” (Toledo) y a los que pretenden “quedarse solos” (Ollanta-Nadine) para el 2016, engullendo con riparofilia hasta la hez de sus rivales.
¿Serán exitosos los fiscales penales del caso, o los gárrulos de la comisión congresal que se nombre, como lo fue Heracles, quienes asalten la cueva bancaria de Caco, la ubiquen y logren estrangularla, matando con golpes de porra al secreto bancario del Scotiabank costarricense, al parecer connivente en concierto?
Las huellas están allí. Este dadivoso banco ha dado en fácil préstamo la considerable suma de
¡$ 3’297,681.00 dólares! a una empresita de papel, ACOTEVA, apenas formada en San José, Costa Rica, el 21-1-2012, el día exacto en que Alejandro Toledo Manrique estaba allí, y no su suegra, sin patrimonio alguno, con 2 socios más, que aportaron tres dólares de capital (una trabajadora de limpieza y un modesto guachimán), sin actividad empresarial conocida en dicho país, y con esa suma se ha comprado en Lima, el 31-7-2012, una mansión de 2,500 metros cuadrados, en calle Cascajal 709, Las Casuarinas, Surco, no a nombre de la compañía prestataria, sino de la persona natural Eva Rose Fernenbug, 87 años, sin ingresos suficientes, para poder pagar mensualmente el préstamo, sin ahorros cuantiosos (no los tenía ni para comprar el inmueble, por eso pide prestado), ni historial de buena pagadora en operaciones afines. ¡Además, sin hipoteca, que no ha sido inscrita hasta hoy en el asiento registral del inmueble, objeto de la extrañísima compra sin garantía inmobiliaria!
Digresión: esta mansión sigue deshabitada, empolvada y por remodelar, ergo, no produce renta para siquiera amortizar el préstamo, cuya cuota mensual frisa entre los 27 a 30,000 dólares, por ser el préstamo de $ 3’297.681.00.
No olvidemos, en adición, que este préstamo no alcanzó para pagar el precio total de este inmueble, y que más bien se compró por la misma señora, sin dinero a la vista, una oficina, 3 cocheras y un depósito, también en Surco, Lima, por $ 937,400.00 dólares más, con otro dinero que dice Toledo su suegra recibió del judío Yosef Maiman, a quien supuestamente tiene que devolver en cómodas cuotas mensuales. ¡No tiene dinero suyo pero compra 6 inmuebles a sus 87 años, con sudor ajeno, teniendo a Toledo como autor mediato de este tinglado!
Habiéndose comprado la mansión el 31-7-2012 y la oficina el 20-8-2012, cuyos precios han sido totalmente pagados: ¿cuántas cuotas de retorno de tales préstamos han sido pagadas por Eva Fernenbug, suegra de Toledo?
¡Si los fiscales, jueces y congresistas no echan diente filudo a estas huellas-coartada abundarán a borbollones los astutos e ingeniosos cacos, devotos, sin duda, del antiguo Caco!
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27-5-2013