El servilismo a los chilenos del presidente Ollanta Humala, quien llega al colmo de llamar “hermanos” a los ladrones del sur y abrirles ventajas económicas, sólo ha servido para que ese país se crea con derecho de plantear exigencias coloniales al Perú, constituyendo un gran bofetón al Presidente en el caso del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Como condición para ejecutar el fallo, Chile exige que el Perú acepte el robo, por parte de Chile, del triángulo terrestre de cerca de cuatro hectáreas de Tacna en torno al Punto Concordia.
No contentos con ello, pretenden ya gobernar sobre nuestras decisiones de Estado, pidiendo que nos adhiramos a la Convención del Mar porque ellos lo dicen y no porque el Perú haya determinado su conveniencia.
Otra exigencia colonial es que modifiquemos nuestra Constitución Política para eliminar la mención a nuestra soberanía en las 200 millas marinas, cuando eso es una decisión que corresponde tomar al Perú cuando lo estime pertinente.
A ello se suma un nebuloso pedido de derechos de “navegación irrestricta” aérea y marítima de las naves chilenas en la zona marítima proclamada peruana por la CIJ, cuando como máximo sólo puede estar permitido el tránsito de naves según establece el derecho internacional; sólo tránsito, no “navegación irrestricta”, que por su falta de precisión podría interpretarse incluso como navegación de pesca, de ejercicios militares o vuelos de reconocimiento.
Según el canciller Alfredo Moreno, el límite terrestre está fijado por el Tratado de 1929, pero se aferra a la tradición de Chile, violador contumaz del derecho internacional*, e insiste en el latrocinio del triángulo peruano en torno al Punto Concordia al decir que en dicho triángulo terrestre no hay tema pendiente, “porque eso es chileno".
Cuando Humala era candidato realizó una marcha al triangulo y denunció que esa zona se encuentra invadida por Chile ante el silencio sumiso de los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García; pero su gobierno (¿para que los chilenos no se enojen?) no ha sido capaz de denunciar el hecho en foros internacionales. Se trata de una zona donde no dejan ingresar a los peruanos y que ahora Chile pretende arrebatarnos.
“No hay temas limítrofes pendientes”
Otra exigencia chilena es que el Perú declare que “no hay temas limítrofes pendientes” con Chile.
Por ser Tarapacá, Arica y Antofagasta territorios robados tras la guerra de rapiña de 1879, desde los años posteriores hasta la fecha los chilenos buscan afanosamente reconocimiento del Perú y Bolivia de supuestos “derechos” chilenos, mediante la práctica, declaraciones o documentos que finalmente les sirvan para sustentar en forma maliciosa posibles procesos jurídicos, como ha sucedido en la demanda marítima interpuesta por el Perú, donde usaron documentos promovidos por ellos, como las nefastas notas reversales firmadas por Javier Pérez de Cuéllar o la falta de protesta ante la captura de embarcaciones peruanas por parte de Chile, que navegaban en nuestro mar.
De allí la insistencia en que el Perú declare que “no hay temas limítrofes pendientes” con Chile, petición que jamás debería aceptar el Perú, porque el derecho internacional evoluciona y debemos estar atentos a lo que suceda con situaciones como las de Las Malvinas, donde Argentina reclama territorio perdido incluso antes de 1879. Lo mismo se puede decir del peñón de Gibraltar, donde Inglaterra mantiene una posesión incómoda. ¿Podría el derecho internacional dar finalmente la razón a Argentina o a España? ¿Abriría esto las puertas a la recuperación de los territorios robados por Chile: Tarapacá, Arica y Antofagasta? Por esta razón, y porque Chile proclama en pleno siglo XXI un nuevo robo territorial, del triángulo terrestre de Tacna, el Perú no puede admitir que todos los asuntos limítrofes con Chile están cerrados.
Prochilenismo de la Cancillería y sucesivos gobiernos
Pese esta malicia chilena, ante la declaración del latrocinio chileno del triángulo de Tacna, el gobierno continúa sin emitir protestas diplomáticas contundentes, ni formular denuncias ante foros internacionales ni mucho menos enviar militares a ocupar ese triángulo, con lo cual respaldan el latrocinio chileno.
Mucho se podría hacer en cuanto a medidas de presión, por ejemplo la eliminación de concesiones corruptas a Chile, como los cielos abiertos, el TLC, etc., cuyas desventajas para el Perú silencia la prensa que recibe publicidad chilena, la restricción de inversiones chilenas en el Perú, en lugar de estar llamando “hermanos” a los ladrones chilenos o estar buscando más integración con esa clase de gente.
¿Puede una persona bien nacida llamar “hermano” y buscar acercarse a alguien que asesinó a nuestros ancestros, nos despojó y despoja de parte de nuestra herencia, sin que pidan perdón por ello, sino que nos busquen para parasitar más y más los recursos de los cuales carecen, como los cielos, la riqueza arqueológica, energética, minera o agraria y hasta nuestras denominaciones de origen? El bien nacido no lo haría, y de quien lo hace sólo puede pensarse en corrupción o traición. Busquemos el acercamiento a gente de bien y no a indeseables como los chilenos.
---------------
* Como muestra de la calidad de violador contumaz del derecho internacional de Chile tenemos:
—Durante la guerra de 1879, Chile violaba la Convención de Ginebra al asesinar a los heridos peruanos, mientras que, por el contrario, Miguel Grau sí respetaba la Convención de Ginebra y rescataba a los náufragos chilenos y los mantenía prisioneros sin asesinarlos.
—Viola el Tratado de Ancón de 1883, pues se negó a realizar el plebiscito previsto en el tratado para realizarse en un plazo máximo de 10 años, para decidir los destinos de Arica y Tacna. Chile nunca cumplió con la realización del plebiscito y se dedicó a perseguir y a asesinar a los peruanos de Tacna de Arica, para que al momento del plebiscito haya pocos peruanos. Los chilenos que ocupaban Arica y Tacna hasta prohibieron cantar el himno nacional a los peruanos y asesinaban a los maestros que enseñaban el himno nacional peruano y la Historia del Perú. Ante la no realización del plebiscito posteriormente se acordó que Tacna se quedaba como parte del Perú y Arica se anexaba a Chile.
—Viola el Tratado de 1929 al desconocer que el inicio de la frontera es el punto Concordia, en la orilla del mar. Tampoco construye el muelle como estipula el tratado, ni en el lugar ni con las dimensiones acordadas hasta la fecha.
—Viola la Convención de Otawa al haber colocado minas antipersonales homicidas en la frontera.
—Violó su condición de garante del Protocolo de Río vendiendo armas a Ecuador en pleno conflicto de este país con el Perú.
Artículos relacionados
Chile se burla de tratados internacionales que no le convienen
Chile: diputado Tarud llama a desconocer La Haya
Según rateros: En límite marítimo con Perú “hay tratados y, por lo tanto, no hay nada que hacer”
Chile violó el Tratado de Amistad, Comercio y Navegacion firmado con Perú en 1876
El Tratado de Alianza Ofensiva y Defensiva entre Perú y Chile (1865)
El Tratado Secreto entre Perú y Bolivia
Error geopolítico: Alianza del Pacífico, trampa chilena para colonizar el Perú.
Tacneños confirman que Ollanta Humala y militares ceden territorio peruano a Chile