Por Raúl Allain (*)
La estruendosa ofensiva mediática de la “ideología de género”, que enarbola el sofisma de que “la identidad sexual es una elección”, está generando confusión en la sociedad y además con el agravante de que el lobby homosexual regenta percepciones subjetivas a su favor.
Hoy en día en el Perú, la defensa de la familia constituida y de la heterosexualidad es vista absurdamente como “homofobia” u odio a los homosexuales, lo cual representa un peligro por el hecho de que los activistas gay están ganando adeptos.
Recordemos que en 2005 el INDECOPI dictaminó que no era ilícito cuestionar a parejas homosexuales en locales abiertos al público si había menores de edad, porque se consideraba que podía afectar psicológicamente a los niños. Sin embargo, para aquel año la misma entidad cambió de opinión y sancionó la exclusión de gays en situaciones similares.
En el colmo del absurdo, el MINEDU amenaza con un nuevo currículo escolar en la que se enseñaría a los niños el supuesto derecho a elegir su sexo. Por si fuera poco, asociaciones de homosexuales y llamados “colectivos LGTB” hacen propaganda en la puerta de los colegios, incentivando a los niños y adolescentes a experimentar con el rol homosexual.
Los partidarios del matrimonio homosexual no quieren aceptar que la familia –formada por varón y mujer– es la célula fundamental de la sociedad y que la legalización de la llamada “unión civil” estadísticamente tendría como resultado la extinción del ser humano.
Quienes promueven esto bajo el argumento de que es "igualitario" se equivocan, porque para que sea igualitario tendría que poder ser aplicable a la totalidad de la población. Y si el cien por ciento desease casarse con personas de su mismo sexo, la especie humana se extinguiría irremediablemente.
El homosexualismo jamás podrá ser "igualitario" o “democrático”. Es imprescindible basarnos en la Escuela Sociologista que establece la purificación de la sociología explicando los fenómenos que estudia sin acudir a ciencias extrañas, sino a la misma sociología. En esto radica la importancia de los postulados de Durkheim.
La homosexualidad es una perversión y además es la punta de lanza para una conspiración global, tesis que explicaré debidamente en mi próximo artículo.
(*) Escritor y sociólogo. Presidente de IPJ y director de Editorial Río Negro.
Expreso, 01-11-2018
Raúl Alfonso Allain Vega. Escritor, poeta, editor y sociólogo. Presidente del Instituto Peruano de la Juventud y director del sello independiente Río Negro.