Herbert Mujica Rojas

Semanas atrás, el embajador Hugo de Zela Martínez emplazó al diplomático Carlos Alzamora Traverso, de manera poco respetuosa y sobre el caso de conspiración que afectó, haciéndole perder el puesto en el 2018, al ex jefe de Misión en Israel, Fortunato Quesada.

 

hugo de zela


El ex viceministro De Zela alega imparcialidad en el ríspido tema, pero la documentación apunta en otras direcciones vinculándole a un suceso que produjo un escándalo mediático y desprestigio para Cancillería.

Desde el 15-5-2018, el embajador José Boza, había informado de lo que pasaba en Israel tanto al ministro Néstor Popolizio como al viceministro Hugo de Zela.

El domingo 17-6-2018 estalló en el programa político Panorama, la emisión de frases desafortunadas del jefe de Misión entonces en Israel, Fortunato Quesada.

Las grabaciones subrepticias fueron enviadas desde Tel Aviv por el ministro consejero Pedro Rubín y a manos de José Boza y de allí al programa televisivo.

¿Actúa un jefe de gabinete por su cuenta, por la libre, porque le dio la gana? Evidentemente no.

En los folios 3, 4, 7, 8 y 18 en los diálogos entre Boza y Rubín, se menciona como el número 1 que era el canciller Néstor Popolizio y al número dos de Zela, y como personas enteradas de todo el asunto.

En el folio 31 el ministro consejero Pedro Rubín señala: “Me extraña que el viceministro de Zela que sabe realmente lo que pasó ordene algo así.” ¿Qué pasó y de qué manera?

Se abrió proceso disciplinario al embajador Fortunato Quesada el lunes 2-7-2018 y el viceministro de Zela, recomendó a priori su destitución, sin testimonio del acusado por escrito o verbal de ninguna especie.

En el folio 18 del 9-7-2018, una semana después de abierto el proceso disciplinario, Boza afirmó que la Comisión de disciplina recomendara destitución y el viceministro (Hugo de Zela) y el canciller (Néstor Popolizio) aprobarán la recomendación (liquidar a Quesada). La suerte estaba echada de antemano.

Quesada fue grabado durante tres meses, desde su arribo a Israel, durante abril, mayo y junio 2018 y por más de 30 horas. ¿Todos los embajadores peruanos lo son, de manera subrepticia?

Se violaron los principios de presunción de inocencia, de proporcionalidad e imparcialidad. Se hizo tabla rasa del procedimiento administrativo.

El informe 011 de fecha 9-12-2020 de Recursos Humanos de Cancillería, firmado por la embajadora Fátima Trigoso señala con profesionalismo y pruebas objetivas existentes, la responsabilidad del viceministro de Zela. Un artilugio legal permitió al embajador Ignacio Higueras, siendo viceministro del canciller Wagner, en junio 2021, que se exonerara a Hugo de Zela y Néstor Popolizio y al ministro consejero Rubín.

Las aclaraciones deben tener la virtud de desmenuzar afirmaciones o aserciones que se consideren equivocadas o con mala intención. Si ese fue el cometido del embajador Hugo de Zela, es honesto reconocer que ha salido muy mal librado.

Las fechas y documentos revelan que estuvo al tanto de cuanto ocurría en Israel, que había un operador encargado de las grabaciones –Rubín- quien recibía instrucciones del jefe de gabinete, José Boza que, a su vez, lo hacía de sus superiores, viceministro de Zela y ministro Popolizio. Que luego se castigara levemente a dos personas y a otra –Quesada- se le expulsara del servicio diplomático, prueban más bien que la pita se rompió por el lado más delgado.

¿Paga el pueblo peruano para que funcionarios, aprovechando de su posición de dominio jerárquico, echen a andar sus venganzas personales en desmedro de la misión que les toca desempeñar? Sólo se puede hacer, si se tiene la “garantía” de una impunidad al 100% que no los tocará cuando disfruten de su jubilación.

¡Que otros se quemen y malogren su proyecto de vida, poco importa mientras que se mantenga la ficción de una entidad que tiene evidencias muy gruesas de corrupción administrativa y que exhibe como “logros” lo que son absolutos fracasos internos!

 

28.10.2022
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