“Reconceptuaciones en los programas sociales”
Por Raúl Allain (*)
Apoyado en las experiencias de los programas Juntos y Pensión 65, Monseñor Luis Bambarén (ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana) considera, como estrategia vital para una trascendencia superior con respecto a programas sociales, la figura de la convalidación. Esta, tal como se define, hace referencia a una determinada población que distingue —mediante sus propias interpretaciones— a los beneficiarios más adecuados. Debemos rescatar que exclusivamente para teorías ambientalistas no se considera a la sociabilidad como función, pues conceptualmente no se puede emparentar con sustratos fisiológicos que tienen el hambre o la sed. De esta manera el aprendizaje social se demuestra por medio de experiencias de satisfacción descubiertas en las interacciones cotidianas para nuestro ámbito en estudio. Los intercambios expresados en las relaciones sociales se realizan inspirados por una ventaja consecuente, por lo cual en su formación influyen las necesidades sociales y las experiencias en situaciones de relación que se pudieran tener con grupos primarios y otros grupos de contacto. Mediante la socialización se desarrollarán todos los intereses sociales y las habilidades para actuar, aunque posteriores procesos postsocialización podrían modificarlas a partir de procesos como la identificación social o el entrenamiento.