Por Luis Alberto Salgado T.*
No, señores, los Comandos Chavín de Huántar no están siendo juzgados -ni serán juzgados-, en ningún tribunal, ni por ningún juez del Poder Judicial en el Perú, ni del poder judicial de ningún país. Y tampoco serán juzgados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que tiene su sede en San José de Costa Rica. No, señores, ninguno de esos comandos, ni sus oficiales -que en abril de 1997 realizaron un exitoso operativo militar en la residencia del embajador japonés en Lima- , serán sentados, NUNCA, “en el banquillo de los acusados” en el Perú, ni “se pretende juzgar a héroes en el banquillo estigmatizador de la Corte IDH”, ni de ninguna corte del mundo,como repiten neciamente algunos por ahí con absoluta mala fe para crear zozobra y ver si logran objetivos hasta hoy inconfesados. No existe ninguna posibilidad de ello, y los que están detrás de esa mendacidad monumental, que tiene los visos de una conspiración, lo saben muy bien.