Quedó fuera Martha Chávez con sinuoso e inescrutado cieno!
Por Guillermo Olivera Díaz*
Me refiero a aquel político-ideológico enfermizo, de ignota raigambre, y de veras estuporizante, únicamente suyo, que prosigue boyante en su majestuosa sinuosidad, en la igualmente torcida y vigente casnestolenda político-partidaria de mi lacerado país, el Perú. Con el mismo cieno de los 90, dos días atrás la escuché sostener en la televisión de las 11 de la noche que jamás había proferido ni defendido la estrambótica tesis del autosecuestro de los 9 estudiantes y un profesor de La Cantuta, repentinamente desaparecidos y luego asesinados en la madrugada del 18 de julio de 1992, finalmente descuartizados, incinerados y enterrados, cuando este recinto universitario estaba sitiado, noche y día, por un pelotón militar, al que debían identificarse cada quien entraba o salía del lugar.