Racismo, más allá de lo coyuntural
David García Martín (*)
El racismo crece en Europa. Italia y Hungría son dos ejemplos de cómo una ola de odio y xenofobia se ha instalado en el viejo continente. La crisis exacerba el recelo contra quienes vienen a “quitarles los suyo.”
En Italia, hace unas semanas, un florentino de la extrema derecha mató a dos vendedores ambulantes de origen senegalés e hirió a otros tres. Después se quitó la vida. Dos días antes, en Turín, medio centenar de personas arrasaron un campamento de gitanos. Los recortes, el futuro incierto, el miedo, el odio y una crueldad inhumana se mezclan en una coctelera de consecuencias trágicas.