Perú: Peste, lepra y nesciencia
Escribe Joan Guimaray
Perú, país nuestro de siempre, es así de repetitivo, aburrido y entrañable. Hoy como ayer, nos vuelve a generar: amor y desencanto, angustia y disgusto, dolor e impotencia. Pues esta vez, ya se puso al borde del abismo, ya se encuentra al filo del precipicio y está a punto de desbarrancarse, forzado por los mequetrefes candidatos presidenciales sin talla de estadista y obligado por un electorado más oclócrata y ventral que demócrata. Y, en esta ocasión, ni siquiera ya existe el mal menor que nos pueda servir de consuelo como en las dos últimas elecciones. Oclocracia.