Querellas contra la información
Todas las sociedades tienen el derecho a estar plenamente informadas, mucho más, como es obvio, en los días que corren y bajo el imperio de un mundo comunicado en cuotas soberbias. Internet es una herramienta poderosa aunque, hay que decirlo, no opaca, por ratos, al archiconocido Radio Bemba. Por lo menos en Perú, ésa es una verdad innegable. ¿Qué ocurre cuando los hampones, delincuentes transnacionales y nativos cómplices encuentran escollos a sus trapacerías a vista y paciencia de todo el mundo? Si se trata de la prensa, querellan a los periodistas; si se trata de gobernantes, los ponen en la lista de pagos o gratificaciones, si el asunto se refiere a burócratas, basta con llenarles el buche y también las faltriqueras, el escalafón da para todo. Pero en ningún otro ámbito, se define con más certeza cuánto y de qué manera se recorta el derecho a la información vía el silenciamiento de sus vectores.