Las falacias de Aprodeh
Las falacias de Aprodeh
por Félix C. Calderón
La defensa de los derechos humanos no implica un comportamiento lineal, rígido y monotemático; sino, dialéctico, subordinado a las prioridades del hecho social y, por lo mismo, comprensivo. Si un pueblo sufre los estragos de una dictadura oprobiosa, como es el caso de Zimbabwe, para citar un ejemplo, es indudable que los derechos civiles y políticos tendrán la primera prioridad para aquellas instituciones que en medio del peligro asumen la defensa de esos derechos fundamentales. Sin embargo, cuando se vive en democracia, impera el estado de derecho y se ejercen los derechos fundamentales al extremo de llevar la libertad de opinión a niveles delirantes, son los derechos económicos y sociales los que forzosamente constituyen la primera prioridad, pues pasa a ser preponderante la lucha contra la pobreza masiva y la desigualdad obscena, como diría Nelson Mandela, verdaderos flagelos de la mayoría de los pueblos en los días que corren.