Los chilenos, trabajando a partir de la indefensión e inefectividad militar del Perú, entienden que todo les favorece e imponen la idea de que si el Perú entregó el triángulo terrestre de Tacna sin disparar un tiro, tendría que recuperarlo por la fuerza de las armas, algo irónico cuando sabemos que no ha existido ni existe la capacidad militar real ni la dignidad suficiente para hacer respetar nuestra soberanía ni por tierra ni por mar.
Por esa razón, con un Perú doblegado por la corrupción y la incapacidad militar, Chile ha obligado al Perú a formalizar su dominio mediante un “gabinete binacional” que va a evidenciar una vez más el control político1 de Chile vencedor sobre Perú perdedor (por la voluntad de quienes deberían defender nuestra soberanía territorial). Así el 5 de mayo de este año se promulgó la siguiente resolución, publicada el 8 de mayo en el diario oficial El Peruano: