Banco Continental abusa de cliente aduciendo que derecho de cobro de cheque ha prescrito.
El ciudadano G, viajaba al exterior en el año 2001 y no queriendo dejar a su enferma y anciana madre expuesta a cualquier riesgo, acudió a las oficinas del Banco Continental BBVA, y compró un cheque de gerencia por 5 mil dólares, que lo colocó en una caja fuerte en la casa de la señora indicándole que podía hacer uso del dinero si tenía alguna urgencia. Felizmente no ocurrió nada y ni la madre, ni el dueño del documento bancario recordaron lo que había en la caja fuerte hasta que tiempo después, durante la mudanza de la vivienda se abrió la caja y salieron muy orondos los 5 mil dólares, en forma de cheque girado por el propio banco, que según lo que expresa la propaganda es igual que el efectivo, pero mejor porque evita que a uno lo roben.
La sorpresa fue, sin embargo, que a diferencia de los billetes que uno guarda en la caja fuerte de la casa o debajo del colchón, que son iguales a cualquier circulante, el dinero que el Banco respaldaba “como efectivo”, tenía fecha de caducidad. En carta del 28 de noviembre de este año y luego de varios trámites, la gerente de la Oficina de Miraflores, Jessica Zegarra, y la subgerente Susana Reyes, se dirigen al señor G para comunicarle: “… hacemos de su conocimiento que, dado el tiempo transcurrido desde la emisión del cheque de la referencia, el derecho de cobro del citado cheque ha prescrito, por lo que su solicitud (que le devuelvan su plata) es improcedente”.
O sea, de acuerdo con esto, un cheque comprado al banco como un valor, que mantiene pendiente de pago dinero del cliente, tiene plazo de término (no se dice cuánto es), después del cual la entidad financiera se queda con la plata que nunca fue suya. No es que el cheque de gerencia sea una deuda no cobrada a tiempo, ni un beneficio no utilizado, sino que se trata de dinero ajeno, pendiente de ser recogido, como podría ser un bien en un depósito. ¿De qué derecho podría valerse el BBVA para embolsarse 5 mil dólares?, ¿con cuánto dinero más se quedan abusando de la buena fe de los que solicitan sus servicios?
Todo esto, además, viene al cuento por el asunto de la propaganda que dice que para escapar de los marcas convirtamos nuestro efectivo en cheques de gerencia. Como se ve en el caso del señor G, el remedio puede ser peor que la enfermedad si los gerentes del banco actúan como si también fueran marcas, pero de copete, y piensan que quedarse con el dinero ajeno es solo cuestión de tiempo.
Raúl Wiener
Unidad de Investigación
La Primera. 17.12.2013