Juan Rebaza Carpio
El 22.03.2013, el actual Gobierno promulgó la Ley N.° 30003, aprobada antes por 94 congresistas de la República, atropellando los derechos esenciales de los pescadores activos y jubilados, y aunque el inciso 2 del Art. 26° de la Constitución establece el carácter irrenunciable de los derechos reconocidos; y la Ley N° 28110, Art. Único dice: “La ONP (Oficina de Normalización Previsional), así como cualquier otra entidad se encuentra prohibida de efectuar retenciones, descuentos y recortes u otras medidas similares derivados de pagos, … luego de transcurrido un año, contado a partir de su otorgamiento”, en forma abusiva está rebajando y limitando las pensiones de jubilación a solo S/. 660, suma inferior al mínimo vital, afectando a quienes durante años han venido percibiendo cifras mayores y sin mejorar la situación de otros, que cobran cantidades miserables de S/. 19, S/. 14 y hasta S/. 2 mensualmente. Paralelamente la Ley N° 30003, anula las deudas que mantenían los armadores y productores pesqueros, y el propio Estado; y hasta el aporte de US$ 0.26 por tonelada, que se destinaba al Fondo de Jubilación de los pescadores.
Como lo señala el “viejo lobo de mar” Luis La Rosa Jiménez, la controvertida ley perjudica a los pescadores activos, quienes para jubilarse requieren acreditar 25 años de trabajo en la pesca, cumpliendo un mínimo de 375 semanas de contribuciones, es decir, 15 semanas por año, pero con el actual sistema extractivo no alcanza siquiera mayoritariamente a 12 semanas. La Ley N° 30003 resulta pues discriminativa y excluyente, afectando directamente a los patrones de más de 530 embarcaciones industriales, y a más de 9070 pescadores actualmente en actividad.
Ante tal panorama, los pescadores activos y jubilados han acordado llevar a cabo una iniciativa legislativa ciudadana, recolectando 65,000 firmas para lograr la derogatoria de la Ley N.° 30003, invocando el respaldo nacional, especialmente en los diferentes puertos pesqueros del litoral.
El surgimiento de nuestra gran pesquería, desde mediados de los años 50, tuvo siempre como base la sapiencia, arrojó y esfuerzo de los pescadores, y a costa de la vida de muchos de ellos, significó siempre una gran alternativa alimentaria y de desarrollo económico; pero ahora dominado por inescrupulosos intereses particulares, y respaldado por autoridades como el actual lamentable ministro de la Producción Piero Ghezzi, el sector pesquero se ha convertido en sinónimo de explotación y humillación al pescador peruano, desconociendo sus derechos participativos del 22.4% de la pesca, la vigencia la Caja de Beneficios Sociales del Pescador, su libre sindicalización, y hasta su libertad a expresarse ante la amenaza del despido.
La política económica neoliberal, sigue propiciando, pues, una injusta desigualdad, que sume a sus trabajadores en la postergación más evidente, aun en actividades tan rentables como nuestra pesquería.
La Primera, 17.05.2014