Mg CPCC Luis Alberto Latìnez Carpio*
Mediante el Decreto Ley N.º 22591 el 1-07-1979 (gobierno del felón Francisco Morales Bermúdez) se creó en el Banco Vivienda del Perú el Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI) con la finalidad de satisfacer, en forma progresiva, la necesidad de vivienda de los trabajadores en función de sus ingresos y del grado de desarrollo económico y social del país (Artículo 1.º).
Se estableció que los recursos financieros del FONAVI provendrían, entre otros, de la contribución obligatoria de los trabajadores; de la contribución facultativa de los trabajadores independientes; contribución obligatoria de los empleadores; la contribución obligatoria de las empresas constructoras que ejecuten viviendas financiadas por el FONAVI; el aporte obligatorio del Estado, distinta a la contribución que le corresponde como empleador; el producto de la venta de los inmuebles que se construya con los recursos del FONAVI (Artículo 2.º).
De donde se deduce que fue una contribución.
De acuerdo al Código Tributario (TUO aprobado con el Decreto Supremo N.º 133-2013-EF), contribución es el pago de un tributo para recibir un beneficio en forma grupal. El beneficio en este caso era la vivienda.
De donde se concluye que todos estos fondos le pertenecen a los trabajadores, pues los beneficiarios de dicha CONTRIBUCIÓN eran los trabajadores.
Como no se podía otorgar vivienda a todos los trabajadores, los gobiernos de Fernando Belaunde Terry (1980-1985) y de Alan García Pérez (1986-1990), realizaron sorteos, otorgándoles vivienda a los trabajadores que salían sorteados. Los trabajadores beneficiados cancelaban su vivienda, vía financiamiento.
En el gobierno del inefable Fujimori, se distorsionó los objetivos del FONAVI, pues mediante Decreto Ley 25520 del 27-05-1992 lo convirtió en IMPUESTO, apropiándose de los fondos de los trabajadores (apropiación ilícita), para destinarlos a la nueva finalidad establecida en dicho Decreto Ley, pues mediante el artículo 2.º modificó los artículos 1.º y 17.º del Decreto ley 22591, quedando redactados de la siguiente manara:
Artículo 1.º.- Créase en el Ministerio de la Presidencia el Fondo Nacional de Vivienda, denominado FONAVI, para satisfacer en forma progresiva las necesidades habitacionales mediante el financiamiento de obras de infraestructura sanitaria; la electrificación de asentamientos humanos; la construcción, ampliación y refacción de centros comunales y recreativos en zonas rurales y urbano marginales; el desarrollo de proyectos de destugurización de viviendas; y, la pavimentación y/o acondicionamiento de vías locales e interdistritales.
Artículo 17.º.- Los recursos del FONAVI serán destinados primordialmente a financiar obras de infraestructura sanitaria; electrificación de asentamientos humanos; construcción, ampliación y refacción de centros comunales y recreativos en zonas rurales y urbanos marginales; proyectos de destugurización de viviendas; y pavimentación y, acondicionamiento de vías locales e interdistritales.
Como se aprecia lo convirtió en impuesto, pues de acuerdo al Código Tributario, el impuesto es el pago de un tributo para recibir beneficios en forma indirecta, es decir para que el Estado cumpla con sus obligaciones, como los que se detallan en el artículo 1.º del Decreto Ley 22591, modificado por el artículo 2º del Decreto Ley 25520.
De lo expuesto, se concluye que al ser una contribución tienen que devolverles a los fonavistas todos los fondos acumulados en el FONAVI, inclusive los fondos que se apropió Fujimori.
El gobierno de Humala, desconociendo otra de sus promesas electorales, sólo quiere devolverles, por todo concepto, aproximadamente S 1,600 a cada trabajador, importe establecido sin ningún criterio técnico. No quiere devolverles lo que se apropió Fujimori, ni lo que aportaron los empleadores, argumentando que no son contribuciones de los trabajadores. Este procedimiento no resiste mayor análisis, sobre todo la contribución de los empleadores, pues es igual que la contribución de ESSALUD, donde quienes contribuyen son los empleadores (9%) y los beneficiados son los trabajadores.
Las devoluciones que se tiene que hacer a cada trabajador fluctúa entre los S/ 10,000 y los S/ 150,000, dependiendo del tiempo de servicio y de los aportes del trabajador y de su empleador.
La manera como está procediendo el Gobierno de Humala constituye una ESTAFA, pues sólo se les está devolviendo a cada fonavista S/ 1,600.
Está demostrado que al gobierno de la “gran traición” y de la “gran corrupción” se le arranca las reivindicaciones a favor del pueblo sólo con las luchas y las movilizaciones, tal como sucedió:
Con la pretendida retención obligatoria a los trabajadores independientes para que aporten a un sistema de pensiones.
Con el intento de cobrarle impuesto a la renta a los trabajadores que menos ganan
Con la ley que recortaba sus derechos laborales a los jóvenes.
De igual manera el pueblo en general y los fonavistas en particular, debemos exigirles al gobierno que les devuelva a los que aportaron al FONAVI todo lo que les corresponde y que se sancione a Fujimori por apropiarse de los fondos del FONAVI.
*Asesor y consultor de empresas
Especialista en tributación y auditoría.
Presidente del Centro de Investigaciones Contables y Tributarios
Past-Decano del Colegio de Contadores Público de Lima (CCPL)2007-2009
Past Director de Defensa Profesional del CCPL 2001-2003
Ex-Jefe SUNAT
Ex-Presidente del Instituto de Administración Tributaria (IAT)