André Costa Lima, Takako Izumi y Carlos Villacorta son los jóvenes fundadores de Shoyu, un innovador fast food de comida Nikkei que tiene como plato bandera al imponente Burroll. Si eres amante del sushi esta nota te hará agua la boca.

¿Tienes tanto trabajo que ni siquiera puedes almorzar? Aunque no lo creas esta es una situación muy común, especialmente en distritos empresariales como San Isidro, donde hamburguesas y frituras son la primera opción para salir del paso. Pensando en ello, tres jóvenes peruanos decidieron convertirse en una opción más saludable, nutritiva, deliciosa e igual de rápida para comer. Así nació Shoyu, el primer fast food 100% peruano de comida Nikkei, y su plato bandera el Burroll.

Los peruanos comemos rico y abundante

¿Qué es el Burroll? Es un exquisito enrrollado de diversos sabores con el tamaño de un burrito. Uno solo es tan contundente que reemplaza al almuerzo o la cena, se prepara en solo 5 minutos y, lo mejor de todo, está diseñado para poder comerlo hasta caminando. “La idea surgió como una combinación de varias cosas. El ritmo de trabajo para el público de hoy es fuerte y todos tienen poco tiempo para comer, entonces quisimos hacer un producto práctico además de delicioso”, explica André Costa Lima (30 años), socio y gerente general de Shoyu.

La encargada de llevar a la realidad esta idea fue Takako Izumi (30 años), socia y jefa de cocina de Shoyu, quien después de una exitosa carrera en Edo y Toshiro decidió dejar todo y emprender su propio camino. “Para lograr el sabor especial del Burroll usamos ingredientes frescos, entre ellos un alga nori completa, arroz, diferentes insumos de relleno, salsa, una lechuga para asegurar el enrollado y luego lo cortamos en dos. En un bocado se pueden sentir todos los ingredientes y texturas. Tenemos las variedades Fish, Chicken, Veggie, y el Chalaco”, detalla.

Un proyecto con aroma de franquicia

En menos de un año, Shoyu ha logrado vender más de 4,000 burrolls en su local de Andrés Reyes 544, en San Isidro. Ello sin contar los otros 35 platos, entre fríos y calientes de su carta, donde destacan makis, temakis, sashimis, ensaladas y combos. “Siempre quisimos emprender juntos. Un día, a las 3 de la mañana, se nos ocurrió hacer un lugar de comida Nikkei. Analizamos el mercado y vimos un nicho por explotar en la comida rápida. Entonces empezamos a aplicar todo lo aprendido en la universidad y en la experiencia laboral de cada uno”, señala Carlos Villacorta (29 años), tercer socio de la conquista en esta historia de emprendimiento.

El éxito de Shoyu durante este 2017 fue vital para cerrar una alianza con las tiendas de conveniencia Tambo, del grupo Lindley. En octubre abrieron su primer módulo Shoyu Express en el Tambo de Camacho, y tienen pensado abrir al menos 4 módulos más en el 2018. “El próximo año también vamos a lanzar nuestra app de delivery y queremos desarrollar el manual de franquicia, porque soñamos llegar a todo el país y, porque no, al extranjero”, afirma.