Por: David Auris Villegas
El calentamiento global triplica pobreza, inequidad y desastres naturales en el mundo, gracias al apetito depredador del hombre. Incapaces de convivir en armonía con nuestra madre tierra, absurdamente tratamos dominarla, ignorando que la naturaleza vive y ahora, solloza.
La desaparición de ecosistemas naturales del planeta a consecuencia del cambio climático, provocado por emisión de gases de efecto invernadero, amenaza una catástrofe climática y nuestra posible extinción, siendo urgente, sembrar desde la educación, una conciencia ecológica en la mente de la ciudadanía global.
Ante multitudinarias marchas ecológicas coliderada por Greta Thunberg, líderes de 200 países, acudieron a la cumbre COP26 en Glasgow, con el objetivo de limitar a 1,5 grados la temperatura y descarbonizar al planeta. Pactaron: reducir el uso del carbono, reducir la deforestación, apresurar el uso de vehículos eléctricos, fomentar inversiones en energías renovables y, los países desarrollados, productores del 80% de contaminación mundial, inyectarán cien billones de dólares al año, para erradicar el cambio climático. De consumar estos retos, habrá esperanza de vida, así que, asumamos nuestra responsabilidad ecológica.
Este calentamiento global, según Inger Anderson de Naciones Unidas, es un problema de ahora y estamos a tiempo frenarlo, transitando de pactos retóricos al plano de la ejecución real y legal, con políticas mundiales, destinado a solucionar el cambio climático que, irónicamente padecen quienes menos contaminan al planeta.
En esa línea, la educación básica, ha de seguir una política mundial ambientalista en correspondencia con los Objetivos del desarrollo sostenible, a través de contenidos transversales sobre cambio climático, generando una cultura de cuidado del medio ambiente y alfabetización ecológica, en la conciencia de niños y niñas, como poderosos agentes ecológicos.
La educación superior en cooperación con organismo científicos, deben investigar problemas del cambio climático y recomendar soluciones a los gobiernos para la toma de decisiones. Asimismo, investigar sobre energía renovable, creando tecnología ecológica de transferencia mundial y, buscando soluciones innovadoras dice Bill Gates.
Despleguemos la alfabetización ecológica mundial desde la educación, para convivir en armonía con nuestra tierra, apelando al pacto verde, bajo políticas globales y, sigamos los lineamientos científicos, de lo contrario, acabaremos admirados junto a restos prehistóricos.
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© David Auris Villegas. Escritor, columnista y pedagogo peruano.