Lo que durante décadas figuró en los mapas como una península de la isla Eva-Liv, al norte de la Tierra de Francisco José, resultó un glaciar, hoy desaparecido casi por completo, según el personal del parque nacional Ártico Ruso.
Investigadores del parque que recorrieron el área en una zódiac descubrieron un estrecho de tres kilómetros de ancho en medio de lo que los mapas del siglo pasado indicaban como el cabo Mésiatsev.
"La observación lleva a la conclusión de que era un glaciar, y lo que queda del cabo es un fragmento de ese glaciar sobre un banco de arena", dijo el director del parque, Alexandr Kirílov.
No es la primera sorpresa que este territorio del océano Glacial Ártico deparó a los exploradores.
El noruego Fridtjof Nansen creyó haber descubierto en esas latitudes, en 1894, dos islas que bautizó como Eva y Liv, en honor a su esposa e hija. Con el transcurso del tiempo se comprobó que era una isla única. Y ahora resulta que su tamaño va disminuyendo, sin que nadie sepa qué forma tendrá en el futuro.
"Un glaciar tarda años en deshacerse. Los primeros reportes de que la península del cabo Mésiatsev se habría separado de la isla de Eva-Liv aparecieron en 2017. La información se ha comprobado este año. Prueba fehaciente de ello son las fotos y los vídeos que Alexandra Barímova, del Centro de estudios marinos de la Universidad Estatal de Moscú, hizo con la ayuda de un cuadricóptero", dijo Evgueni Ermólov, quien responde en el parque Ártico Ruso por la preservación del Patrimonio Histórico y Cultural.
Con información de Sputnik