Las instituciones políticas y económicas se refuerzan mutuamente, generando un círculo virtuoso cuando son inclusivas, o un círculo vicioso cuando son extractivistas.
"A Walter Sencia y Rudecindo Puma, muertos en la protesta legítima de Espinar. "
Por ejemplo, las instituciones políticas extractivistas que heredamos de la colonia —instituciones que menospreciaron a la población del interior del país— facilitaron la constitución de grupos de poder económico o instituciones económicas basadas en la concentración de la propiedad. Por su parte la estructura de intereses de estas instituciones económicas también influyó en la estructura política, penetrando y usufructuando de los poderes del Estado, dando lugar a un círculo vicioso que con distintos énfasis se mantiene hasta la actualidad. Ollanta Humala ha entrado a este círculo vicioso del extractivismo. Para él los integrantes de la protesta social son también «perros del hortelano».
INSTITUCIONES INCLUSIVAS EN LA GRAN TRANSFORMACIÓN Y LA HOJA DE RUTA
Ollanta Humala se hizo del poder con un plan y una Hoja de Ruta que reivindican la práctica democrática de gobierno, el respeto escrupuloso a la división de poderes y, la plena vigencia de los derechos civiles, sociales, políticos y humanos. Para lograr la inclusión social y mejorar la distribución de la riqueza —según la Hoja de Ruta—, el Estado debe promover el desarrollo de mercados internos, la diversificación del aparato productivo y las exportaciones con mayor procesamiento y contenido tecnológico. Ambos documentos tienen, además, como lineamientos de política, velar por una explotación, social y ambientalmente sostenible, de nuestros recursos naturales, y defender a los agricultores de las prácticas de abuso de posición de dominio y de las importaciones de productos subsidiados que compiten deslealmente con la producción doméstica. Por tanto, Ollanta Humala asumió el poder con la promesa escrita de propiciar un círculo virtuoso entre instituciones políticas y económicas inclusivas.
El desarrollo de mercados internos era parte importante de las instituciones económicas inclusivas que se proponía en el plan; y por el lado de las instituciones políticas se proponía transformar el Estado para hacerlo promotor del desarrollo social y regulador de la economía de mercado. Fomentar la competencia, combatir el monopolio y el oligopolio, e impedir el retorno del latifundio, era una tarea fundamental que se le encomendaba a las instituciones políticas. La presencia de los mercados no es por sí misma una garantía de las instituciones inclusivas. Si los mercados son dejados a su suerte, dice Acemoglu, pueden ser crecientemente dominados por grupos económica y políticamente poderosos, y dejar de ser inclusivos. Las instituciones económicas inclusivas requieren de mercados, pero de mercados que funcionen con reglas iguales para todos y generen oportunidades económicas para la mayoría de la gente. Los monopolios y los latifundios son contrarios a los mercados inclusivos.
Otra muestra extractivista de Ollanta Humala
Ollanta Humala acaba de permitir la reaparición del latifundio en las tierras del proyecto de irrigación de Olmos. El candidato Humala dijo que Olmos sería para los agricultores lambayecanos, prometió democratizar el acceso a la tierra y ofreció desarrollar mercados priorizando la agricultura para reducir nuestra dependencia alimentaria; pero el presidente Humala acabó de ceder Olmos al gran capital. Tres empresas se han hecho propietarias de cerca de 78% de las 38 mil hectáreas que alcanzan las tierras de Olmos. Estas empresas son: Grupo Gloria con 15 mil 600 ha; Parfen S.A., con 4 mil ha; y, Odebrecht con 10 mil ha.
En la subasta de diciembre pasado el Ejecutivo solicitó a COFIDE comprar 8 mil ha, para luego ser adjudicadas en fideicomisos a los pequeños y medianos agricultores en parcelas de 25 a 100 ha. Esta solicitud fue bloqueada por el Ministro Castilla con su negativa a respaldar la operación de COFIDE con una resolución ministerial. Pero Humala no objetó la decisión de su ministro. De otro lado, en esa subasta de diciembre se favoreció al grupo Gloria, que ahora pasa a controlar 80 mil hectáreas a nivel nacional. Para evitar el acaparamiento, la regla estipulaba que cada postor podía comprar solo en un sector de entre los tres que se pusieron en subasta; pero al Grupo Gloria se le permitió comprar en más de un sector a través de su subsidiaria Coazúcar, y a un precio base (4,250 dólares por ha) inferior a los que pagaron otras empresas. Por ejemplo, Angloamerican pagó 12,500 dólares por ha. Finalmente, el 30 de mayo pasado se cerró la venta de las 38 mil ha cambiando el contrato de concesión del proyecto de irrigación para adjudicarle a Odebrecht las últimas 10 mil ha que quedaban por subastar.
A modo de conclusión
El gobierno de Humala ha dejado que la subasta siga la lógica del extractivismo favoreciendo al gran capital, en contra de los pequeños y medianos agricultores. Ha permitido que se vendan tierras que costaron cerca de 20 mil dólares por ha, a precios mucho menores. Humala no parece entender que la inclusión social es incompatible con el desarrollo de instituciones económicas extractivistas que depredan el medio ambiente, violan la competencia en los mercados, y lucran pagando salarios bajos. Su gobierno acaba de abrir una nueva puerta a la protesta social de los productores agropecuarios, por la soberanía alimentaria, por el agua, y la producción de pequeña y mediana escala.
La Primera, Lima 16-06-12
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