Pisco recuerda terremoto exigiendo castigo a ladrones de fondos de ayuda
Ayer se cumplieron cuatro años del terremoto que azotó a Pisco en el año 2007 y debido al abandono en que se encuentra la zona devastada los pisqueños protestaron contra el gobierno de Alan García y exigieron castigo para los ladrones de los millones de la cooperación internacional y del dinero del Estado peruano, que no sirvieron para brindarles ayuda oportuna ni para la reconstrucción.
En la noche encendieron velas en homenaje a la víctimas del violento terremoto de 7.9 grados Richter que fue muy destructivo debido a la escasa profundidad en que ocurrió su hipocentro.
A cuatro años el panorama de destrucción es el que domina: chozas, esteras, carpas y miseria. El gobierno de García no quiso emprender tareas de reconstrucción masiva que abarate los costos para beneficio de los damnificados, sino que repartió un mísero bono de seis a 12 mil soles, de los cuales más de dos mil eran para pagar por los servicios de arquitecto que el gobierno no quiso subvencionar.
Para burla de los damnificados, el gobierno de García, por favorecer a las constructoras, en especial chilenas, otorgó bonos de 12,500 soles a personas no damnificadas de Lima, pese a ser la ciudad más favorecida económicamente, donde ningún terremoto causó damnificados.
Lo que pudieron hacer fue muy poco porque las empresas vendedoras de material de construcción especularon con la tragedia y multiplicaron los precios. Para agravar la situación, corruptos allegados al partido de gobierno realizaron extrañas maniobras con los bonos, que fueron denunciadas por los pobladores.
La noche del terremoto, pese a que las noticias daban cuenta de la fuga de 600 delincuentes de una cárcel que se derrumbó, el gobierno de García (asesorado en desastres por el incapaz Indeci) y no envió refuerzos policiales ni militares y sólo lo hizo después de tres días, cuando el hampa ya había despojado a los damnificados de lo poco que pudieron rescatar de los escombros.
En este panorama los pisqueños tienen ahora esperanza de que el nuevo gobierno de Ollanta Humala emprenda una verdadera reconstrucción y no la falsa reconstrucción del gobierno aprista, plagada de denuncias de corrupción.
La jornada de ayer de conmemoración del terremoto del 15 de agosto estuvo marcada por la protesta pacífica, donde destacaron los carteles que exigían “Cárcel para los corruptos”.
Cabe recordar que extrañamente el gobierno aprista indultó al principal involucrado en el escándalo del SIS, que debía entregar ayuda a los damnificados, Julio Espinoza, alegando “cáncer terminal”, pero este sujeto no muere pasados cuatro años. Los verdaderos pacientes con cáncer terminal no tienen más allá de tres meses de vida.