Las pequeñas y medianas empresas son fundamentales para el proceso de reactivación económica, y debido a la pandemia se han visto obligadas a solicitar financiamiento para subsistir.

En América Latina, el 88,4% de las empresas de la región son microempresas, 9,6% son pequeñas y un 1,5% son medianas, según datos del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (Ceap). Con este panorama y considerando que, para el 2022, las Mipymes jugarán un papel clave en el proceso de reactivación económica, Trust Corporate, consultora organizacional experta en servicios financieros, analiza diferentes variables para que este sector tenga una recuperación eficiente.

 

James Hernandez presidente y cofundador de Trust Corporate

 

“Un estudio de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL) reveló que 2.7 millones de empresas se verían obligadas a cerrar debido a la pandemia, impactando de mayor manera a microempresas y pymes, los cuales tienen como principal dificultad el acceso a financiamiento. Ante este panorama, los microcréditos, es decir, los pequeños préstamos resultan ser una opción viable para subsistir sobretodo para los pequeños negocios”, comenta James Hernández, presidente y cofundador de la consultora Trust Corporate.

Hay varias alternativas para que las Mipymes fortalezcan sus actividades, logren financiamiento o den inicio a sus negocios, siendo parte efectiva de la recuperación económica. En el caso de los microcréditos, Trust Corporate, aconseja tener las siguientes consideraciones antes de solicitar uno:

  1. Hacer un análisis objetivo del negocio: Para Hernández, hacer una evaluación del contexto y más con la situación actual, es fundamental para objetivamente decidir si la idea de un negocio tiene o no futuro. “Los proyectos deben revisarse con la cabeza y no con el corazón, evaluando efectivamente si el negocio tiene reales posibilidades de crecer y ser potencialmente exitoso. A partir de eso es más fácil definir si se necesita un préstamo o no”.  
  2. Tener seguridad de que el negocio es rentable: Antes de solicitar un microcrédito la recomendación es haber creado el negocio por lo menos con seis meses de anticipación para evaluar su rentabilidad. “Independiente de que el préstamo solicitado sea pequeño, es importante estar seguros de que el negocio reporta cierto beneficio económico. De lo contrario se contraerá una deuda que será difícil de cumplir”, comenta el presidente de Trust Corporate.
  3. Diseñar el plan estratégico: El plan estratégico es la base y la hoja de ruta para una Mipyme naciente o existente, siendo importante realizar un diagnóstico y definir la identidad del negocio, lo que permitirá definir hacia dónde va el comercio. Cuando se tiene claro cuál es el objetivo de la empresa resulta más fácil definir el propósito para el cual se necesita el microcrédito y si es realmente la alternativa más conveniente para la empresa.
  4. Identificar las diferentes formas de financiación: Explorar las alternativas de financiamiento sirve tanto para montar un negocio propio o fortalecer uno ya existente. Hoy en día gobiernos, entidades financieras, corporaciones y fintechs, están ofreciendo líneas de crédito especiales para Mipymes. “El tipo de crédito debe adaptarse al tamaño y actividad de la empresa, es por esto que siempre recomendamos investigar las opciones que ofrece el mercado para así tomar la decisión correcta”, expresa Hernández.
  5. Sepa con exactitud, cuál es su capacidad de pago: Hacer una evaluación de los ingresos, los gastos y una proyección de pago del préstamo, permite tener claridad del monto que se puede destinar al pago de deudas. “Administrar eficientemente los recursos, le permitirá destinar un buen dinero a la deuda y con ello liquidarla en un menor tiempo. También recomendamos mantener presente el plazo de pago del préstamo e ir considerando las opciones para salir más rápido de la deuda”. 
  6. Reciba asesoría financiera: Ante cualquier duda o inconveniente que una pequeña o mediana empresa esté teniendo en cuanto a financiamiento, resulta conveniente asesorarse con expertos para que así el negocio evite cualquier inconveniente económico.

“Para potenciar el financiamiento de las MiPymes, las entidades financieras también deberán tener en cuenta aspectos como flexibilización en los recaudos, tasas de interés más bajas o preferenciales, condiciones de pagos flexibles, proveer a este tipo de empresas información en materia digital y financiera, e impulsar fuentes dinámicas de financiamiento como el factoring o crowdfunding”, reflexionó Hernández.