Alan Fairlie Reinoso
La pandemia del COVID-19 ha implicado cambios no solo en el ámbito de la salud pública, sino que esta crisis se ha extendido en los diferentes sectores económicos y sociales de las sociedades a escala global. Por tal motivo, el BID (2021) ha publicado un reciente documento en el cual se analizan los cambios que ha generado la pandemia dentro del mercado laboral y, específicamente, sobre la informalidad para los países de América Latina[1]. A continuación, se presentan algunos resultados de este análisis.
La dinámica del Mercado Laboral en América Latina antes del COVID-19
En principio, se debe tomar en cuenta que la dinámica de la informalidad, antes de la pandemia, ha sido diferenciada entre y dentro de los países de la región. Sin embargo, se presenta una relación negativa en la relación de tasa de informalidad y PBI, en este sentido, países como Honduras, Guatemala, Bolivia, El Salvador, Perú, Paraguay y Ecuador han sido aquellos que han presentado en mayor medida esta problemática (Gráfica 1).
Asimismo, respecto a la población empleada en el sector informal, en promedio, en América Latina el porcentaje de hombres y mujeres es similar (con diferencias más marcadas en Bolivia, Colombia, El Salvador y Perú). Una mayor propensión a la informalidad se registra en las áreas rurales, y entre la población joven de 15 a 24 años. También, existe evidencia de que las empresas que cuentan entre 1 a 5 trabajadores, son aquellas que tienden a tener más trabajadores informales. Y, que en países como Bolivia, Colombia, El Salvador y Perú, la mayor proporción de este empleo está en las zonas rurales.
Tabla 1. Variación porcentual del salario promedio real de la ocupación principal entre el segundo y primer trimestre de 2020, en %
País |
Formal |
Informal |
Argentina |
1 |
-21.9 |
Brasil |
-13.4 |
-14.6 |
Colombia |
-12.9 |
-15.4 |
México |
-1.1 |
-10.2 |
Nota: Se define formalidad como acceso a seguridad social
Fuente: BID (2021)
Dinámica del mercado laboral en 2020
Por otro lado, el 2020 fue un año particular dada la presencial del COVID-19, que generó cambios significativos en la sociedad a escala mundial. En este sentido, el ámbito laboral no estuvo exento de estos cambios, y, por el contrario, fue afectado negativamente, sobre todo en los países latinoamericanos. El BID (2021)[2], reporta cómo es que se dio la variación en el sector informal entre el primer y segundo trimestre de dicho año.
• En Argentina, esta proporción aumentó de 50.7 por ciento en el primer trimestre, a 62.2 por ciento en el segundo trimestre.
• En Chile, en el mismo período, el incremento fue de 7.2 puntos porcentuales, mientras que, en Colombia, México y Perú, la proporción del empleo formal, como porcentaje de la población en edad de trabajar, aumentó en menor medida.
Asimismo, también se ha generado una variación sobre el salario promedio real:
“El salario promedio real disminuyó para ambos sectores, pero el sector informal tiene una caída más pronunciada, en particular en Argentina y México” (BID, 2021). Este resultado es similar al reportado por la CEPAL, que para el segundo trimestre de 2020 estima una reducción de 3.1 por ciento en los salarios reales de los asalariados en 8 países de la región, con respecto al mismo período de 2019[3].
Efectos potenciales en el mercado laboral en el futuro
Respecto al contraste empírico que realiza este estudio, se prevé un incremento de la informalidad en el 2021 en 4% en promedio (a causa de la caída de los salarios), en América Latina:
“con la emergencia sanitaria controlada, la mayor parte de la población que pasó a la inactividad durante el COVID-19 intentará nuevamente ingresar al mercado laboral” (BID, 2021), pero dado que la oferta de empleos formales será limitada, la actividad informal será aquella opción viable para enfrentar el desempleo.
Desde un enfoque micro, se plantea que, si la recuperación económica de una mayor proporción de la población que puede trabajar, se promueve desde sectores menos productivos y más propensos a ser informales; se esperaría un incremento en la tasa de informalidad adicional a la estimada por el cambio en el salario promedio que se ha previsto.
Balance
La pandemia del COVID-19 no solo exige la necesidad de actuar en el corto plazo, sino que también plantea nuevos retos en el mediano y largo plazo, en muchos casos sobre indicadores sociales en los cuales se había avanzado en los últimos años. Es necesario que los gobiernos incorporen en la agenda pendiente medidas para el sector laboral, el cual no solo ha sufrido efectos negativos en los empleos, sino que también se está generando la precarización del trabajo, lo cual implica la ausencia de derechos laborales y menores salarios para la población. Se requiere una política integral de desarrollo inclusivo, que reduzca la informalidad y mejore el bienestar de la población.
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[1]BID (2021). Informalidad en los tiempos del COVID-19 en América Latina: Implicaciones y opciones de amortiguamiento. Documento de Trabajo No IDB-WP-01232. Disponible en:
https://publications.iadb.org/es/informalidad-en-los-tiempos-del-covid-19-en-america-latina-implicaciones-y-opciones-de
[2] BID (2021). Informalidad en los tiempos del COVID-19 en América Latina: Implicaciones y opciones de amortiguamiento. Documento de Trabajo No IDB-WP-01232. Disponible en:
https://publications.iadb.org/es/informalidad-en-los-tiempos-del-covid-19-en-america-latina-implicaciones-y-opciones-de
[3] CEPAL. (2020). Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe. Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe