El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encabezó este martes el acto de integración definitiva de la Marina Mercante con la Armada, para que todos los puertos comerciales del país sean administrados por militares de la Secretaría de Marina.
La ceremonia "no es solo para recordar hechos, hazañas históricas, sino para venir a atestiguar la unión entre la Marina Mercante y la Armada", dijo el mandatario en un discurso en la Escuela Naval Militar del puerto de Veracruz (sureste), en costas del Golfo de México.
El jefe del Ejecutivo recordó que, antes de esa fusión, la cartera civil de la secretaría federal de Comunicaciones y Transportes era la encargada de la administración de los puertos de México.
"Nosotros tomamos la decisión de que la administración y la operación de los puertos de México quedaran a cargo de la Secretaría de Marina", dijo el mandatario.
El 30 de julio del año pasado 2020, el entonces titular de Comunicaciones y Transporte, Javier Jiménez Espriú, renunció a su cargo por estar en desacuerdo con la decisión del presidente de militarizar los puertos.
El mandatario afirma que la medida era necesaria para evitar la corrupción y el narcotráfico en las costas mexicanas, sobre todo para contener el tráfico de drogas sintéticas, como el fentanilo, que llega a costas del Pacífico mexicano procedentes de Asia, en ruta hacia EEUU, donde el tráfico ilegal de ese derivado del opio ha causado cientos de miles de muertes por sobredosis.
MILITARES CONTRA EL CRIMEN
El gobernante reafirmó que los marinos son los encargados de custodiar los puertos del país latinoamericano para combatir la delincuencia organizada trasnacional.
Esta unión de la Marina Mercante civil con la Armada naval militar "va a garantizar" la soberanía del país "y va a contribuir a combatir a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco, al desarrollo" de México, agregó López Obrador en su alocución.
El presidente subrayó la importancia de que "independientemente de la especialización que tenga una marina o la otra", se mantenga la unidad "por el bien de la patria".
Por su parte, el titular de la Armada, el almirante Rafael Ojeda, dijo que la secretaría federal de Marina asume el control de los puertos que ejercía la unidad Mercante civil "para enfrentar las amenazas del contrabando, y de la introducción de droga a través de los puertos del Golfo y del Pacífico" mexicanos.
Sin embargo, aseguró que en esa transición, "no hay ni habrá militarización en esas 117 zonas de entrada al país".
En las aduanas y las llamadas Administraciones Portuarias Integrales, establecidas en los litorales, "lo que se pretende es enfrentar la corrupción", dijo el almirante Ojeda.
El actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, quien reemplazó al ministro renunciante el año pasado, dijo que el acto culmina "la entrega impecable de la administración a la Secretaría de Marina, para asegurar el manejo de los puertos".
La ceremonia recuerda que el 1 de junio de 1917 zarpó del puerto de Veracruz el primer buque de vapor mercante con tripulación exclusivamente mexicana por nacimiento, hacia la península de Yucatán, donde atracó en Puerto Progreso.
La Marina Armada mexicana está integrada por unos 75.000 efectivos, 268 buques y 130 aeronaves.
La decisión que fue objetada por la oposición en el Congreso se suma a otras acciones en las que los militares han cobrado protagonismo, como la construcción de la Guardia Nacional con tareas de seguridad pública.
Las Fuerzas Armadas también construyen un aeropuerto para la capital en la principal base de la Fuerza Aérea de Santa Lucía, un ferrocarril turístico en Yucatán, bautizado Tren Maya, y un corredor interoceánico en el istmo de Tehuantepec.
Con información de Sputnik