En el sector formal existen cerca de 1,8 millones de trabajadores informales, mientras en el segmento informal la cifra asciende a 9,4 millones.
El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) afirmó que durante el 2020 la informalidad laboral alcanzó al 75% de la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO), abarcando así a 11,2 millones de peruanos y siendo los trabajadores independientes los que presentan una mayor participación con un 46%.
Le siguen los trabajadores asalariados (empleados u obreros) con un 32%; trabajadores familiares no remunerados (18%), empleadores (2%) y trabajadores del hogar (2%).
El análisis se sustentó conforme a la información del módulo de empleo de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), en la cual se identificó y cuantificó los principales bolsones de informalidad durante 2020, a fin de que las autoridades tomen medidas focalizadas que coadyuven a su reducción.
Con dicha información, se tiene que en la última década (2010-2019) la informalidad laboral promediaba el 74% de la población ocupada, donde en ningún año de ese periodo descendió por debajo del 70%.
El IEDEP añadió que en los años de prepandemia, el empleo informal en el país era producto de una baja productividad de los trabajadores; por ello con la llegada del coronavirus y la aplicación de restricciones laborales, muchas empresas dejaron de operar despidiendo a miles de trabajadores, de los cuales un buen porcentaje pasó de lo formal a lo informal creando sus propios negocios.
EN EL SECTOR INFORMAL
Tras analizar el sector informal, se tiene que en el 2020 la tasa de informalidad laboral se elevó en 84% cifra superior al 78% que promediaba en la última década. Ello debido a que ante la masiva pérdida de empleos se buscó un refugio en el sector informal de la economía.
En este sector, los trabajadores informales sumaron alrededor de 9,4 millones de personas, de los cuales el 99% laboran en empresas o negocios de hasta 20 trabajadores.
Este grupo está distribuido en 58% como trabajadores por cuenta propia (empleadores o independientes) que principalmente laboran en actividades agropecuaria, comercio y transporte; le siguen los trabajadores familiares no remunerados (21%), de los cuales casi las tres cuartas partes se desempeñan en la actividad agropecuaria; obreros (18%) que laboran en la actividad agropecuaria, construcción y manufactura; y empleados (3%) quienes principalmente participan en comercio, alojamiento y restaurantes, y otros servicios.
Debido a su representatividad, es importante estudiar a los trabajadores independientes no agropecuarios quienes significan casi el 33% de la informalidad en el sector informal.
De este grupo se indica que el 53% no sacó RUC, pues no lo considera necesario; y que el 33% no lo hizo por considerar que su negocio es pequeño. Dentro de los que no sacaron RUC, el 55% trabaja sin local (como ambulantes, en el domicilio de los clientes, puestos improvisados o vehículo para transporte) y el 45% trabaja en local (dentro de las habitaciones de su vivienda, en taller comercial, mercado público, etc.).
A su vez, de los que tienen local, el 65% es propio, el 17% es alquilado y el 18% es prestado u otro. Finalmente, la informalidad en los que no tienen local alcanza al 93%, mientras que en los que sí tienen local disminuye al 75%.
Ante estos resultados, el IEDEP considera que para formalizar los negocios de este segmento se requiere de incentivos para los trabajadores por cuenta propia, las empresas que contratan asalariados (principalmente microempresas) y los empleadores de los trabajadores familiares no remunerados.
EN EL SECTOR FORMAL
En este sector se contabilizaron alrededor de 1,8 millones de trabajadores informales, de los cuales el 52% son asalariados en empresas de hasta 20 trabajadores, principalmente en las actividades otros servicios, comercio y manufactura; mientras que el 12% son asalariados en empresas de 21 a 100 trabajadores, concentrados en los sectores otros servicios, construcción y manufactura.
La remuneración mínima sería una de las razones que generaría la mayor informalidad.