Alan Fairlie Reinoso
En el último reporte presentado por el Banco Mundial, titulado “Global Economic Prospects”, luego de un periodo de aguda crisis por la pandemia, se señala que la recuperación que está mostrando la economía mundial es acompañada por el fortalecimiento del comercio mundial, lo cual es una oportunidad que debe ser aprovechada por los países en desarrollo.
Sin embargo, se destacan una serie de desafíos que se deben abordar para impulsar el crecimiento del comercio para beneficio de estas economías. Uno de ellos, es promover la reducción de los costos del comercio transfronterizo, los cuales son altos. En promedio, duplican el costo de los bienes comercializados internacionalmente, en comparación con los bienes nacionales. Asimismo, los aranceles representan sólo una catorceava parte de los costos comerciales medios; mientras que, la mayor parte de los costos comerciales están en transporte y logística, así como en los engorrosos procedimientos y procesos comerciales en la frontera y detrás de ella. A pesar de mostrarse una disminución de estos desde 1995, los costos del comercio siguen siendo casi la mitad más altos en las economías emergentes y en desarrollo, respecto a las economías avanzadas. Alrededor de un tercio de la diferencia puede deberse a mayores costos de envío y logística, y otro tercio, relacionado a la política comercial.
De otro lado, el comercio, impulsado por la integración de la cadena de valor global, ha sido un motor importante del crecimiento de la producción y la productividad durante las últimas décadas. La participación en la cadena de valor global ha sido asociada con una menor vulnerabilidad de la actividad comercial a los choques internos, pero mayor hacia los choques externos. Sin embargo, durante la última década, el crecimiento del comercio mundial se ha desacelerado a medida que maduraban las cadenas de valor mundiales, el cual se vio afectado también por la debilidad de la inversión y el surgimiento de las tensiones comerciales entre las principales economías (Estados Unidos y China).
Como se ha señalado anteriormente, la pandemia ha acelerado los cambios en las cadenas de suministro que venían dándose antes de ella, promoviéndose la regionalización de las redes de producción y el aumento de la digitalización. En esta línea, ante la tendencia de las multinacionales en busca de la diversificación, muestra también una oportunidad para los países en desarrollo de integrarse en las cadenas de suministro mundiales, mediante un entorno empresarial propicio.
Por lo cual, apoyar a que los costos comerciales sean más bajos pueden ayudar a crear un entorno empresarial propicio para la participación en la cadena de suministro global. Los altos costos del comercio elevan el precio de las exportaciones y las importaciones, obstaculizan la competitividad; y, por tanto, limitan la participación en las cadenas de valor mundiales. Además, erosionan el bienestar del consumidor, al reducir la disponibilidad de bienes y servicios.
Otro reto se relaciona con los servicios, los cuales representan casi un tercio del valor agregado de las exportaciones de manufacturas. Sin embargo, los costos del comercio de servicios tienden a ser considerablemente más altos que los costos del comercio de bienes y, por lo tanto, también repercuten en mayores costos del comercio de bienes. En gran medida, estos niveles se han atribuido a restricciones reglamentarias.
De cara al futuro, sin un gran esfuerzo político, es probable que el crecimiento del comercio sea débil durante la próxima década, considerando que el crecimiento de la producción se desacelera y los factores estructurales que apoyaron la rápida expansión comercial en el pasado, han seguido la misma tendencia. Para ello, se recomienda poner en marcha un paquete integral de reformas que permita reducir de manera eficaz los costos comerciales, que incluye medidas de facilitación del comercio; una mayor liberalización del comercio; esfuerzos para racionalizar los procesos comerciales y los requisitos de despacho; aumenten la competencia en las industrias del comercio minorista, mayorista y de logística nacional; mejorar la infraestructura de transporte; generar una mayor competencia en la logística nacional, y disminuir la corrupción.
Existe una serie de opciones de políticas para reducir los costos comerciales en la frontera, entre fronteras y detrás de la frontera, como parte de un paquete más amplio para encaminar a los países en desarrollo en un camino de desarrollo ecológico, resiliente e inclusivo como se sugiere desde distintas instituciones y foros internacionales.
Algunas de estas políticas están bajo el control exclusivo de las autoridades del país (como mejorar las regulaciones y procesos fronterizos y aduaneros o facilitar el envío y la logística), mientras que otros cambios de política requieren acuerdos con las autoridades de otros países (como los acuerdos comerciales regionales). De otro lado, si bien algunas políticas se pueden implementar rápidamente, otras, como el aumento de la competencia, pueden llevar años.
Las medidas que reducen los costos comerciales en la frontera incluyen la facilitación del comercio (procedimientos aduaneros y fronterizos), pero también aranceles y acuerdos comerciales. La caída de los aranceles, a menudo incorporada en acuerdos comerciales más amplios, ha contribuido al rápido crecimiento del comercio durante las últimas tres décadas. Sin embargo, han aumentado en los últimos cinco años a medida que aumentaban las tensiones comerciales, lo que genera preocupaciones sobre un giro proteccionista entre algunas de las principales economías.
Entre fronteras, es necesario considerar las redes de infraestructura y servicios mundiales de carreteras, puertos, aire, comunicaciones y energía. La importancia de este punto radica que en la infraestructura de transporte de alta calidad y bien mantenida (en puertos, aeropuertos, en tierra y en el interior) y los servicios de transporte global eficientes, reducen los costos logísticos. Asimismo, los esfuerzos para controlar la corrupción, así como fomentar la competencia pueden ayudar a reducir los costos de transporte. Además, las políticas que fortalecen la integración regional también pueden ser beneficiosas, particularmente en el caso de países pequeños y que están geográficamente aislados de los polos comerciales. Junto con las instituciones regionales que ayudan a reducir las fronteras; las infraestructuras regionales pueden permitir que los países aprovechen los beneficios de las redes comerciales regionales y globales.
Mientras que, las medidas detrás de la frontera envuelven regulaciones e instituciones relacionadas con el comercio; logística y gobernanza de mercado más amplia; infraestructura de transporte nacional; estructura de mercado de las operaciones portuarias y de camiones nacionales; así como barreras no arancelarias (por ejemplo, estándares y procedimientos de acreditación para estándares) y cuotas. La armonización de estándares puede incrementar significativamente el comercio, pero también se pueden lograr ganancias, aunque menores, mediante el reconocimiento mutuo de estándares o evaluaciones de conformidad.
Como se muestra, más allá de las políticas para facilitar el comercio, también podrían ser necesarias políticas complementarias para asegurar que los beneficios sean sostenibles y ampliamente compartidos.
Asimismo, en el actual contexto, para garantizar que la recuperación mundial actual beneficie a los países en desarrollo, es necesario actuar de manera prioritaria en la reducción de los costos comerciales del sector de los equipos médicos. La producción mundial de vacunas se concentra en una pequeña cantidad de países y estos dependen en gran medida de las cadenas de suministro que se extienden por todo el mundo.
Para controlar la pandemia, la eliminación de los obstáculos al comercio de equipos médicos es una prioridad. Asimismo, es importante implementar reformas que permitan reducir los costos del comercio de servicios, mejorar el comercio agrícola, y que apoyen la mitigación de los impactos ambientales y distributivos. En este sentido, un paquete integral también tendría en cuenta la posible degradación ambiental y las consecuencias distributivas que se han asociado con el comercio.
Por último, las tecnologías digitales pueden eventualmente reducir los costos comerciales detrás de la frontera, en la frontera y entre fronteras, incluso mejorando la transparencia y el descubrimiento de precios, así como el flujo de información entre exportadores, transportistas y autoridades del país. Lo cual, puede además brindar un respaldo a las cadenas de suministro globales. De esta manera, las diversas tecnologías pueden beneficiar a las pequeñas y medianas empresas que actualmente enfrentan mayores costos comerciales que las grandes empresas.
Referencia:
World Bank. 2021. Global Economic Prospects, June 2021. Chapter 3: High trade costs: causes and remedies. Washington, DC: World Bank. doi:10.1596/978-1-4648-1665-9. License: Creative Commons Attribution CC BY 3.0 IGO.