En ese año más de 2,1 millones de peruanos se incorporaron a este segmento. Del total de inactivos laborales, el 89% se encuentra en el área urbana y la mayoría son mujeres (64%).

Debido a la crisis sanitaria generada por la COVID-19 y la falta de oportunidades laborales, la población económicamente inactiva (PEI), es decir los que no trabajan y no buscan trabajo, ascendió a 8,7 millones de peruanos al cierre del 2020, representando un incremento del 31,5% en relación con el año anterior y que significa que más de 2,1 millones de peruanos se incorporaron a este segmento, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de  Comercio de Lima.

 

inactividad laboral

 

La PEI está conformada por aquellas personas que no realizan ninguna actividad productiva y que, por tanto, no participan en el mercado laboral. El resultado del 2020 dista a lo registrado hace ocho años cuando la PEI tenía un crecimiento anual entre -0,6% y 5,6%.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la PEI está compuesta en su mayoría por amas de casa, estudiantes, jubilados, personas que viven de sus rentas o aquellas que tienen alguna discapacidad. Entre 2015 y 2019, en promedio, el 44,7% de la PEI se dedicaban a los quehaceres del hogar, pero en el 2020 dicha tasa se incrementó hasta 57,7%.

Hasta antes de la crisis, casi 3 millones de personas se dedicaban a las tareas del hogar, donde 2´557,924 eran mujeres (85%) y 434,547 hombres (15%). Para el 2020 superó los 5 millones, llegando a 1´149,089 hombres y 3’916,810 mujeres, incrementándose la participación de los hombres hasta 23%.

Del total de personas que conforman la PEI, el 89% se encuentra en el área urbana (7,7  millones) y el 11% (casi un millón) en área rural. El 66% de dicha población vive en la zona costa en departamentos como Lima (44,6%), La Libertad (6,5%), Piura (5,5%) y Arequipa (5%). Por otro lado, el PEI está conformado mayormente por mujeres (64,7%).

Según el rango de edades, el 46,6% (casi 4,1 millones) se encuentran entre los jóvenes de 14 y 29 años, la población adulta de 30 a 59 años representa el 32,3% (2,8 millones), los pre adulto mayor entre 60 y 64 años alcanzan el 4,4% (382.598) y los adultos mayores el 16,8% (1,4 millones).

Según el IEDEP, el mayor incremento de la PEI se dio en la población adulta (78,4%), como consecuencia de la crisis sanitaria y que ha imposibilitado que dichas personas puedan conseguir un empleo y terminaron incorporándose momentáneamente a la PEI, mientras se consolida la recuperación económica.

Lo mismo sucede con la población pre adulto mayor que creció en 40,3% y que, por razones de edad, es y será difícil que puedan conseguir un empleo más adelante. Por tanto, estas 382.598 personas podrían requerir apoyo como el otorgado por Pensión 65.

La PEI dedicada a estudiar representó en el 2020 el 22,6% del total, reduciéndose drásticamente del 34,7% del 2019. En un año atípico, el número de estudiantes bajó de 2’316.887 a 1’986.744. Para el IEDEP, los obstáculos propios de las clases virtuales y el limitado acceso al internet son las principales causas de estos resultados.

Pese a este panorama, el IEDEP afirmó que esta población inactiva es potencialmente activa, es decir que, si se cambia las condiciones actuales, logrando vacunar a toda la población y reactivando la economía, este grupo podría incorporarse a la población ocupada.

Por tanto, el gremio empresarial anotó que es necesario desarrollar programas de inclusión laboral, no solo para los jóvenes, sino también para adultos y pre adulto mayor, de manera que se logre potenciar su empleabilidad, a la vez buscar mecanismos para mejorar el proceso de colocación laboral, a fin de que existan mayores oportunidades de empleo.