Herbert Mujica Rojas
Para no pocos ciudadanos la Constitución asemeja a una estructura que se la puede manejar de inmediato, en forma automática, con sólo citarla. La realidad es más dura que la formulación política que tiene más de esperanza y fe que frialdad analítica. ¿Cabe alguna duda que la llamada Carta Magna de 1993, al anular al Estado casi por completo, promovió un capitalismo salvaje, pleno en abusos patronales e inmensas e ingentes ganancias sin retorno ni reinversión?
Cuando en Bolivia el gobierno de Evo Morales empezó a renegociar los contratos con las poderosas firmas petroleras, lo hizo de un modo sagaz, rico en alternativas y, sobre todo, mucha información acerca de las pésimas costumbres que afincaban el “triunfo” merced a la compra de funcionarios, ministros, diputados, senadores, cabilderos, contra su propio país. Alvaro García Linera, el entonces vicepresidente, explica en el siguiente vídeo cómo lo hicieron Proceso de Nacionalización en Bolivia https://www.youtube.com/watch?v=t5tZeQUBE8k .
Si lo consiguieron en Bolivia y tal cual dice García Linera ¡todas las empresas volvieron a instalarse en el altiplano!, ¿qué nos impide seguir el modelo boliviano que llegó hasta donde pudo, invirtiendo el esquema de ganancias y esta vez en favor mayoritario del Estado? Desde 1928, en su libro capital El antimperialismo y el Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre había pregonado que la gran cuestión era tratar con el imperialismo, cuya inevitabilidad estribaba en la necesidad de esos capitales de instalarse y producir en nuestros países que los necesitaban. La ecuación de equilibro, era lo fundamental.
A los cacareos mercenarios que nos “advierten” contra el CIADI y los predicamentos de la estabilidad jurídica, hay que contestar ¿cuánto más caro resultará para esas empresas foráneas y aprovechadoras, litigar contra el Estado allí y en los tribunales nacionales por la comisión de añejos y horrendos crímenes de compra de conciencias, soborno de funcionarios, coimas millonarias a alcaldes, presidentes regionales, diputados o constituyentes, pago de estudios de abogángsteres contra el Perú? Habida cuenta que la premisa inicial es que todos ganen pero que sea con equidad. ¿Por qué los de afuera tienen que llevarse más del 70% de la inversión si aquí están la riqueza no renovable, las tierras, la mano de obra a mejores precios que en otras partes y el designio soberano de todo un país?
El sentimiento constitucionalista debe anidar en el corazón y sentimiento pleno de los peruanos. Pelear por salmodias y lemas sin entender cabalmente el tema, nos puede llevar a riscos peligrosos. Los golpistas salvajes despertaron en la inmensidad de su odio por el hombre común y corriente y por eso harán cuanto les sea posible por arrojar al presidente Pedro Castillo del lugar que le dio la ciudadanía sin fraude y con limpieza.
A todo esto también hay que cuestionar a la señora Keiko Fujimori ¿qué ganó con los embustes de fraude en mesa y demás tonterías que enunció durantes estas casi 6 semanas retardatarias? ¡No se juega con el destino de un país! Y el remate en que estuvo de figura principal su padre, regalando a precio de carnaval las empresas del Estado, merecerá una auditoría severa y penas vitalicias a sus fautores y a quienes vivieron de esos dineros ilícitamente obtenidos.
Sólo se pueden dar batallas cuando hay alguna certeza seria que hay vislumbre de éxito. De otro modo es quemarse con estupidez sincera pero sabido es que esa clase de actitudes sólo cava la tumba.
La expresión popular debe tender al logro de un Perú libre, justo y culto, como rezaba la introducción a la Carta Magna de 1979.
Renegociación justa y digna de contratos y que todos ganen
27.07.2021