Jon Cordero
 
España comenzó a aplicar este jueves la llamada "ley rider", que establece la condición de asalariados para los repartidores de plataformas digitales y que fue aprobada por el Gobierno hace tres meses, dando este mismo periodo para que las empresas se adaptaran.
 
 

ChasquiSAT dos

 

 
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó el pasado 11 de marzo tras acordar el texto con los agentes sociales que estos trabajadores pasarían a ser "laborales con todos los derechos, se cotizará por ellos y tendrán la cadena de protección social que ahora no tienen. Es una norma que va a cambiar la vida de mucha gente", se congratuló, al tiempo que recordó que España era el primer país de la Unión Europea en regular la cuestión.
 
El texto nació con la intención de incluir como asalariados, con todos los derechos que ello implica como vacaciones y subsidio de desempleo en caso de despido o a realizar huelga, a los miles de repartidores de comida a domicilio que proliferaron en los últimos años por las calles españolas.
 
Hasta ahora, estos trabajadores operaban bajo el modelo de trabajadores por cuenta propia o autónomos, con lo cual podían ser despedidos en cualquier momento sin indemnización y sus cotizaciones sociales corrían por su cuenta.
 
EL ALGORITMO
 
Otra de las novedades importantes que incorpora este documento es la obligación que tienen a partir de ahora todas las empresas vinculadas a plataformas digitales de informar a la Administración del Estado y a la representación de los trabajadores del algoritmo que puedan estar utilizando y que influya en la relación laboral.
 
"Es un paso muy importante", reconoce sobre este último punto Carlos Gutiérrez, responsable de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo del sindicato Comisiones Obreras (CC OO), uno de los dos mayoritarios en el país.
 
Para Gutiérrez "es necesario regular este fenómeno, porque no puede ser que haga saltar por los aires todo nuestro entramado laboral", según señala a Sputnik
 
Explica este portavoz de CC OO que la obligatoriedad de la información del algoritmo es algo pionero a nivel mundial y que se intentarán evitar casos como el reciente despido, según él mismo cita, del 30 por ciento de la plantilla de una tecnológica argumentando que un sistema de inteligencia artificial decidió que eran improductivos.
 
En esta línea también se manifestó Yolanda Díaz, quien especificó que con este precepto "se permite neutralizar que existan castigos algorítmicos o que se penalice por rendimientos, interpretados de forma sesgada".
 
CUMPLIR, ADAPTARSE O MARCHARSE
 
Una vez llegada esta fecha, los caminos que están tomando las principales plataformas de reparto presentes en España son diversos.
 
La holandesa Just Eat fue la primera en anunciar el pasado noviembre que incorporaría como trabajadores de plantilla a sus repartidores y actualmente está negociando un convenio con los sindicatos para estos empleados.
 
Caso distinto es el de Glovo. Según informaron fuentes de la empresa a Sputnik, iniciarán "la contratación directa de cerca de 2.000 repartidores antes de que acabe 2021, con horarios y retribuciones fijas y rutas concretas para aquellos servicios que, por su naturaleza, son viables tecnológica y operativamente", matizan.
 
Además de esto, añaden que lo completarán con "un nuevo modelo inédito en España" que según aseguran, cumplirá la legislación.
 
En el caso de Uber Eats, anunciaron que subcontratarán a sus empleados a través de terceras empresas.
 
De hecho, sus empleados empezaron a recibir mensajes a través de su aplicación, en los que se les informaba que no podrían seguir realizando sus labores como trabajadores autónomos.
 
En torno a este hecho, la plataforma "Riders x Derechos" denunció en twitter lo que calificó de "ERE encubierto", en referencia a las siglas que se utilizan en España para calificar a los Expedientes de Regulación de Empleo, necesarios para efectuar un despido masivo de trabajadores.
 
El último caso es el de Deliveroo que se marchará de España en el plazo de un mes, pero que antes de irse, en la liquidación de la plantilla, reconocerá la relación laboral que mantenía con sus repartidores, según informan desde CC OO.
 
Durante estos meses, además, fueron muchos los repartidores que mostraron su preferencia por el modelo anterior porque les permitía adaptar sus horarios a sus circunstancias y autorregularse sus flujos de trabajo.
 
Un panorama, por tanto, muy abierto en torno a esta regulación. Una normativa que llegó para tratar de establecer un marco ante una de las nuevas realidades que la tecnología trajo consigo a las relaciones laborales y que, a buen seguro, no será la última. 
 
 
Con información de Sputnik