Jorge Manco Zaconetti
En el marco del 149.º de aniversario de la creación de la facultad de Ciencias Económicas de la UNMSM se invitó el 8 de abril por primera vez en su historia al Presidente de la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía del Perú (SNMPE), el Ing. Víctor Gobitz Colchado; y el 11 del mismo mes al Presidente de la Asociación de Exportadores del Perú (ADEX), al Ing. Julio Pérez Alván, a la exposición de sendas conferencias, donde se pudiera conocer las expectativas y preocupaciones empresariales sobre el futuro del país.
Ello resulta importante para la formación de profesores y estudiantes en cuanto a la información real del mercado. Por cuanto, así como importamos maquinaria y equipo, bienes de consumo, también importamos teorías económicas que no tienen un sustento material. De allí, la importancia de reconocer los intereses de las empresas privadas que determinan el 80 % de las inversiones en nuestro país. Contrastar la “teoría y la praxis” debiera ser la esencia de la formación universitaria, en especial para los que asumimos que la economía es una parte esencial de las ciencias sociales.
Tanto la SNMPE como la ADEX resultan ser gremios empresariales representativos que explican el 100 % de las exportaciones desde el Perú hacia el resto del mundo, en particular hacia el Asia donde la presencia de la China Popular concita el mayor interés por constituir el principal mercado de nuestro país, de América Latina, y un importante inversionista con más de US $ 30 mil millones concentrados en la minería, energía, gas, infraestructura y puertos, siendo la inversión en el megapuerto de Chancay la que más polémica ha suscitado en las últimas semanas, sobre todo por la oposición de los Estados Unidos y los intereses chilenos que se verían desplazados.
En el caso del máximo exponente de la SNMPE el énfasis estuvo centrado en los resultados positivos del modelo aplicado sobre todo en relación a la promoción de las inversiones mineras que explican en gran parte el crecimiento económico del Perú en especial desde el 2001 al 2019, en parte por los altos precios de los minerales, en especial del cobre y oro, inducidos por la demanda y crecimiento económico de la China Popular.
En especial gracias a un marco promotor sobre todo tributario, y a la estabilidad política alcanzada con la derrota militar del terrorismo, las inversiones en el sector minero pasaron del US $ 25 millones en 1992 para promediar los US $ 4,550 millones en el 2023, alcanzando picos de más de US $ 9,000 millones en el 2010, 2011. Es más, la última gran inversión ha sido el proyecto minero de Quellaveco con US $ 5,500 millones y no se percibe un proyecto de la misma magnitud, en gran medida por la gravedad de los conflictos sociales antimineros, la inestabilidad política, inseguridad ciudadana y la creciente corrupción al más alto nivel.
Para la SNMPE y por interés público hay que aprovechar la oportunidad de la presente coyuntura internacional donde existen en nuestro país en cartera 51 proyectos mineros en 17 regiones del país con montos de US $ 54,556 millones de inversión, que sostendrían el crecimiento económico de los próximos años, para superar la mediocre tasa de crecimiento del 3 % del PBI que en la práctica es un solapado estancamiento, que no absorbe la nueva oferta laboral anual.
Por lo tanto, se enfatizó en el evento que el futuro del país en especial de los jóvenes, está en relación al fomento de las inversiones mineras en especial en sectores que tienen “ventajas comparativas” como la minería y la agro exportación. Cuando son encuestados más del 70 % de los jóvenes egresados de nuestras universidades preferirían emigrar hacia países con mayores expectativas de crecimiento, prosperidad y mejores salarios.
Ello es particular relevante ahora que los precios del oro y cobre están volando. En promedio el año pasado (2023) la onza de oro tenía un precio de US $ 1,946 dólares, en los primeros días de abril los precios del oro, están bordeando los US $ 2,400 dólares la onza, lo cual explica en buena parte la creciente informalidad e ilegalidad en la explotación del metal dorado, donde se impone la violencia, con bandas armadas como sucede en Pataz (La Libertad), donde se han asesinado a trabajadores y destruido torres de transmisión eléctrica que suministran energía a la Mra. Poderosa, una de más importantes mineras auríferas formales del país.
En el mismo sentido los precios del cobre también en los primeros días de abril del presente año se cotizan sobre los US $ 4.2 dólares la libra cuando en promedio el año pasado estuvieron sobre los US $ 3.58, con tendencia al incremento por varias razones que van desde la transición energética con energía limpias, como las eólicas y solares intensivas en cobre, el parque automotor eléctrico que no solamente demandará cobre sino también litio, y sobre todo los tambores de guerra que sacuden al mundo.
La guerra entre Rusia y Ucrania, la masacre del pueblo palestino en Gaza, la creciente posición bélica de Europa Occidental contra Rusia con la amenaza del envió de tropas, no hacen más que reproducir un contexto de una mayor profundización del conflicto, sobre todo si la Rusia de Putin alcanza sus objetivos militares.
Aunque resulte contradictorio este contexto aunado a la creciente rivalidad entre la China Popular y los Estados Unidos de Norteamérica presionan al alza de los precios de los minerales en especial del oro y cobre, donde nuestro país tiene importantes reservas a pesar de la histórica producción. Por ello, sería una oportunidad histórica pérdida sino se aprovecha esta coyuntura internacional favorable a pesar de las turbulencias.
MODELO ECONÓMICO EN CUESTIÓN
Tanto los representantes de la SNMPE y la ADEX enfatizaron en las bondades del modelo económico expresado en la Constitución de 1992 que reconoce un rol subsidiario al Estado en la economía, la autonomía del Banco Central de Reserva del Perú frente al poder ejecutivo, la libertad de la remesa de utilidades y un tratamiento igualitario a los capitales nacionales frente a los internacionales en un mundo globalizado en tensión con fuerzas proteccionistas.
Las bondades del modelo económico no se condicen con la creciente informalidad laboral que compromete al 75 % de la Población Económicamente Activa (PEA), con una pobreza real que supera largamente al 30 % de la población peruana, sobre todo por los efectos perversos de la crisis del “corona virus” que desnudó la miserable realidad de la salud pública y la educación, con una creciente inseguridad ciudadana sumada al déficit de la infraestructura y calidad de los servicios públicos.
En verdad, resulta paradójico que se siga sosteniendo el rol subsidiario del Estado en la economía, pues gracias a la intervención del Estado en la promoción de las inversiones mineras por ejemplo con beneficios tributarios como la devolución de impuestos, la depreciación acelerada, “arrastre de pérdidas”, gastos deducibles varios hicieron posible el fomento de las inversiones en el sector; es más creemos que tales beneficios tributarios también debieran ser extensivos al sector industrial, si de verdad apostamos por políticas de un mayor valor agregado, sobre todo de nuestros productos mineros.
Los representantes empresariales coincidieron en la fortaleza macroeconómica de nuestro país, en la estabilidad del tipo de cambio, en la baja de inflación, el control del déficit fiscal en relación a los países de América Latina, con una baja tasa de endeudamiento en relación al PBI del país entre otras consideraciones, y en la necesidad de aumentar la oferta exportable de nuestro país sobre todo alAsia, en especial a la China e India que concentran más de 2.5 mil millones de la población mundial.
En verdad, las posibilidades de exportaciones tradicionales y no tradicionales debiera ser una política de Estado, es más debieran aumentarse los tratados de libre comercio pues por ahora solamente se han firmado 22 Acuerdos comerciales, siendo las expectativas mayores pues del total de las importaciones de la China Popular provenientes del Perú, esta solamente representa el 1 %, para un país que concentra más de 1,400 millones de habitantes y que se constituye en la segunda potencia económica a nivel del valor de su producción después de los Estados Unidos.
También coincidieron en las bajas expectativas de inversiones producto de la permanente crisis e inestabilidad política sobre todo del 2016 a la fecha. La falta de una institucionalidad democrática, el avasallamiento político desde el Congreso de República de los otros poderes del Estado constituye una “bomba de tiempo” que ha de agravar la crisis de gobernabilidad, haciendo necesaria la presencia de un caudillo salvador de la República como lo fue Luis Sánchez Cerro en 1930. ¡Espero estar equivocado!
Diario Uno, 13.04.2024
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