Perú: Petróleo, estrategia y desarrollo nacionalpozo de petroleo
Por Jorge Manco Zaconetti (*)

Es una máxima de la ciencia política que los “estados no tienen amigos sino intereses”. Entre el Perú y Venezuela siempre han existido relaciones de amistad y solidaridad, incluso en los momentos más aciagos de nuestra historia republicana del siglo XIX, el país del Orinoco fue uno de los pocos aliados que apoyó a nuestro país para una paz justa con Chile que no implicará la pérdida definitiva de Arica y Tarapacá. Es más, en el siglo XX, Venezuela fue para miles de peruanos y latinoamericanos un refugio democrático ante las recurrentes dictaduras políticas que empobrecen a nuestro continente.

En dicho contexto histórico y respetando las particularidades de los procesos políticos resulta de interés nacional fomentar alianzas entre las empresas estatales petroleras del Perú y Venezuela y claro está con las empresas estatales de otros países como Petroecuador al cual se le compra petróleo crudo desde décadas atrás, al igual que Ecopetrol de Colombia que participa en la exploración de hidrocarburos en nuestro país y al cual también se le compra crudo desde hace años.

Por último, con Petrobras, que resulta el más importante productor de las operaciones de noroeste en Talara con una producción superior a los 13 mil barriles diarios en el Lote X y que explora el Lote 58 adyacente a Camisea, donde se espera que se descubran importantes reservas de gas natural con lo cual debiera resolverse la dicotomía entre la satisfacción del mercado interno y la exportación. Dándose especial énfasis al desarrollo de la petroquímica en especial la intermedia y final.

El caso de Venezuela es especial, no solamente por la importancia que tiene Petróleos de Venezuela (PDVSA), un gigante del sector de hidrocarburos a nivel mundial con una producción que supera los 2.5 millones de barriles diarios, sino por las potencialidades de una empresa que ha desarrollado fortalezas en la producción y tratamiento de crudos pesados. Éstos actualmente en nuestro país no pueden ser procesados por las refinerías locales y se tienen que exportar con castigos en el precio.

Es más, resulta una vergüenza para el país que se exporte a Chile, petróleos residuales más crudo pesado y ENAP de Chile la empresa petrolera con refinerías modernizadas, procese el crudo pesado y residuales para exportar derivados a nuestro país, e incluso abastecer a su cadena de grifos Primax S.A. Se debe recordar que ENAP a través de su filial Sipetrol explora y explota en Ecuador, Colombia y África en el marco de una estrategia nacional de desarrollo.

A Venezuela se le reconoce aproximadamente 80 billones da barriles de reservas probadas que representan el 6.7 % de las reservas a nivel mundial y se estiman en más de 150 billones las reservas probables y posibles. Si a ello, se agrega que más del 50 % de su producción se realiza en el mercado norteamericano, a pesar del discurso antiimperialista del Comandante Chávez. Ello nos demuestra la primacía de los intereses económicos sobre los discursos políticos. Es decir, como diría el mariscal prusiano Bismarck “los Estados no tienen amigos sino intereses”.

PDVSA es una empresa petrolera que realiza ventas anuales superiores a los 100 mil millones de dólares, es decir, tiene ingresos que superan a la producción total de bienes y servicios de nuestro país (PBI), que en el mejor de los casos bordea los 65 mil millones de dólares. De allí, la necesidad de alianzas estratégicas entre las empresas estatales de hidrocarburos para que PetroPerú pueda por ejemplo acceder al financiamiento necesario para la modernización de sus refinerías como la de Talara, que se estima en 1000 millones de dólares. El solo anuncio internacional que PetroPerú está respaldado por PDVSA nos facilitaría el acceso a un financiamiento conveniente al interés nacional.

Es decir, PetroPerú con PDVSA podrían firmar una serie de acuerdos para adquirir a precios de mercados parte de sus requerimientos de crudos, con contratos de largo plazo. De ser una realidad la ampliación de la refinería de Talara supondría una capacidad de tratamiento de 90 mil barriles diarios de los cuales más del 50 % tendría que ser crudo importado. Es más, a pesar del rápido crecimiento del consumo del gas natural, el parque automotor utilizará el petróleo diesel 2, por ello se ha de importar este derivado, y que mejor que la seguridad de un abastecimiento oportuno de PDVSA a precios de productor directo.

Las proyecciones del consumo del diesel 2 en nuestro país para el 2015 superan los 90 mil barriles diarios cuando en el 2006 bordeaban los 62 mil barriles, y evidentemente con la producción local en la actualidad no se satisface el mercado interno, y se tiene que importar este combustible que es consumido mayoritariamente por el parque automotor de transporte público y de carga. De allí, la necesidad de la modernización de la Refinería de Talara, para incrementar la producción de condensados medios como el diesel 2, con la particularidad de 50 partes por millón de azufre y no los más de 4000 que se producen actualmente.

En tal sentido, las líneas maestras de un acuerdo y asociación estratégica con PDVSA debieran estar orientadas al financiamiento de la modernización de las refinerías de PetroPerú, que en el 2010 debiera producir combustibles con 50 partes por millón de azufre, en lugar de los 4000 partes por millón que se producen en la actualidad. En segundo lugar, resulta de interés el acceso a la tecnología para el tratamiento de crudos pesados que son los más abundantes en nuestro país.

Este petróleo pesado existe en los lotes 8 y 1-AB bajo responsabilidad de Pluspetrol. Es más, en los lotes 67 y 39 la naturaleza del petróleo también es pesado por tanto sino se trata internamente con una tecnología especial habría que exportarlo con los castigos en el precio internacional que ello conlleva. Por ello, en una estrategia nacional de desarrollo no resulta conveniente la exportación de crudo pesado como se anuncia en las altas esferas políticas.

Por último, como una forma de hacer previsible las compras de PetroPerú que no tiene ningún lote propio en explotación gracias a una irracional privatización realizada en la década de los noventa, es necesario establecer acuerdos de compras directas con empresas estatales de América Latina, con ello se deja de lado a los especuladores y traders que encarecen los precios con “altos costos de transacción”, es decir con sobreprecios que terminan en chequeras privadas como sucedió en el 2002.

En resumen, mientras PetroPerú no acceda a la integración vertical con lotes de producción propios, es de necesidad el establecimiento de convenios y alianzas efectivas con empresas petroleras estatales de terceros países como PDVSA de Venezuela, Petrobras de Brasil, Ecopetrol de Colombia y PetroEcuador. En la presente coyuntura internacional de precios altos del crudo y derivados resulta un imperativo la modernización de nuestra empresa estatal y el fomento de la producción interna de crudo de alta calidad como el que existe en los Horizontes profundos, y en el Zócalo Continental de Talara.

Esta es también otra posibilidad para incrementar la producción interna que sí abona regalías y paga impuestos frente al crudo importado. En principio se debe reconocer que los horizontes profundos constituyen una realidad geológica, es más los propios técnicos de PerúPetro han reconocido que técnicamente es posible su explotación, la dificultad radicaría en el alto costo que significa su aplicación en razón de la gran cantidad de pozos existentes y el bajo promedio diario de los pozos productivos.

En principio se debiera asumir que explorar en tales horizontes profundos implica mayores riesgos. Esta es la razón fundamental de carácter económico para renegociar regalías. Puede existir como no petróleo. Por tanto, el único instrumento que tiene el Estado es renegociar las regalías, a menos que se asuma que los altos precios del petróleo resultan suficiente estímulo, mientras tanto seguiremos importando más crudo y derivados con el drenaje de divisas que ello significa. Pues si bien, es la transnacional Repsol/ YPF la mayor importadora de crudo, debiera entenderse que tales divisas se financian con los altos márgenes y participaciones que obtiene Repsol en el mercado interno, y que financiamos todos los consumidores del país.

En todo caso, de no incrementar la producción interna de petróleo de alta calidad como el existente en Talara y el Zócalo Continental nos obligará a importar crudo y derivados por más de 3,200 millones de dólares en el 2008 agravando el déficit de la balanza comercial de hidrocarburos.

(*) Investigador UNMSM y Consultor
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